Movistar y MasOrange cierran la alianza que cambiará el mercado de la fibra óptica
Se había comentado semanas atrás y ahora ya es definitivo: Movistar y MasOrange han confirmado su alianza de fibra en una operación que supone un movimiento muy importante dentro de la industria. Debido a ello, MasOrange ha tomado una decisión que resultará muy beneficiosa para la operadora en este momento en el que continúa adaptando su negocio tras la fusión entre las dos entidades.
Gracias al acuerdo que han firmado Telefónica y MasOrange, la operadora resultante de la fusión entre MásMóvil y Orange consigue acceso a 3,5 millones de hogares de fibra FTTH. Este salto en cuanto a su capacidad de llegada en el servicio de fibra óptica hasta el hogar le da alas a MasOrange, puesto que se beneficiará de la estructura que está en propiedad de Movistar.
Un pacto que lo cambia todo
MasOrange ha confirmado que, como efecto directo de este acuerdo firmado con Telefónica, han tomado la decisión de no seguir desplegando más fibra óptica en España. Se trata de una decisión lógica a la vista de cómo, gracias al pacto con Movistar, van a ganar una enorme capacidad para llevar sus servicios a más de tres millones y medio de hogares adicionales.
En estos 3,5 millones de unidades inmobiliarias a las que gana acceso MasOrange se incluyen tanto localizaciones que son propiedad de Telefónica como otras que corresponden a Bluevía, una de sus filiales en la que también participan varios grupos financieros. Tal y como se indica en la información que ha aparecido publicada en Expansión, aunque ya hay sobre la mesa un preacuerdo general, todavía faltan algunos aspectos que determinar sobre el mismo.
MasOrange todavía tiene que decidir
El aspecto más determinante que todavía está en el aire y que no se ha confirmado de manera definitiva son las localizaciones en las que MasOrange querrá disponer de sus nuevos accesos. Parece que la operadora tendrá la capacidad de decidir en qué municipios querrá llegar a tener acceso a estas unidades inmobiliarias bajo las condiciones estipuladas en el contrato. Es posible que esto se especifique en las próximas semanas en el momento en el que MasOrange haya decidido cuáles pueden ser los lugares en los que obtengan un mejor rendimiento de estos accesos.
También, como es de esperar, imaginamos que MasOrange optará por aquellas localizaciones en las que goza de menos alcance. Este sería el motivo por el cual, como decíamos, la operadora ha dejado claro que no tienen intención de seguir desplegando fibra óptica a través de suelo español. La cantidad que tienen de 17 millones de unidades inmobiliarias se esperaba que creciera en un futuro cercano con hasta seis millones de unidades adicionales, pero este acuerdo habría cambiado los planes.
Esto lo confirmó Meinrad Spenger en una conferencia con analistas en el mes de julio tal y como leemos en Expansión, indicando que aclaró que no habría más despliegues significativos de fibra óptica. Al fin y al cabo, como decíamos, con ese impulso de 3,5 millones de hogares adicionales, lo más probable es que MasOrange ya se quede más que satisfecha con el alcance extra que va a tener.
Claro está, no hay que olvidar que este acuerdo no llega sin coste. Según se menciona en el periódico, MasOrange hará un pago millonario a Movistar a cambio de disfrutar de estas unidades inmobiliarias adicionales. El precio podría estipularse en el 50% del coste original que supuso a Telefónica el despliegue, lo que haría que MasOrange adoptase un rol similar al de un co-inversor. Esto también tendrá otros efectos directos, como que el papel de MasOrange implique correr con parte de los costes del mantenimiento, aunque, como contraposición, el acuerdo no se podrá disolver hasta pasado un plazo realmente amplio.
De esa manera, la relación comercial entre Telefónica y MasOrange se afianza y supone un cambio importante que, a todos los niveles, aportará muchos beneficios. MasOrange, además, tendrá que afrontar un coste inferior por los usos que haga de la red de Movistar, mientras que Telefónica protege sus ingresos como mayorista y se quita de la cabeza el problema que le daría tener a la otra operadora compitiendo en el despliegue. Con este acuerdo, dándose la mano para avanzar en conjunto, ambas entidades disfrutan de sus propios beneficios.
Sin duda, un gran cambio para el mercado español de la fibra que verá como el principal rival de Telefónica desplegando esta tecnología hace un alto en su estrategia. Desde los inicios, Orange ha ido creciendo de forma similar a Movistar en hogares cableados, pero estos últimos han acelerado en los últimos años para superar los 30 millones de hogares.