Reino Unido se blinda de las llamadas de spam con un drástico bloqueo por parte del regulador, ¿veremos algo similar en España?

No es una sorpresa para nadie que las llamadas fraudulentas se han convertido en uno de los grandes problemas que están afectando al usuario del sector de las telecomunicaciones. Un escenario que no solo se ha vuelto incontrolable en España, también en otros países, como Reino Unido, cuyo regulador ha optado por su restricción total.
La oleada de llamadas de spam que sufrimos desde hace algunos meses con mayor intensidad no entiende de fronteras. España no es el único país en el que sufrimos en nuestro día a día una avalancha de notificaciones en forma de llamadas fraudulentas que buscan, en su gran mayoría, hacerse con nuestros datos personales o bancarios o vendernos cualquier producto o servicio por el que no hemos mostrado interés previamente, algo que no está permitido por ley.
Hace algunos años, identificarlas era algo más sencillo que en la actualidad, puesto que era habitual el uso de prefijos extranjeros. Sin embargo, una vez las empresas que se dedican a este tipo de prácticas han entendido que los prefijos nacionales siempre proporcionan un extra de seguridad para el usuario, se ha convertido en un habitual que los estafadores intenten falsificar sus números y los disfracen con un prefijo nacional, aunque llamen desde cualquier otro lugar del mundo. En Reino Unido, conscientes de las dimensiones del problema, han tomado una drástica decisión a través de Ofcom, el regulador de telecomunicaciones local: los operadores estarán obligados a bloquear cualquier llamada procedente desde el extranjero que muestre un número de teléfono local.
Los números extranjeros, en problemas
A partir de ahora, las compañías telefónicas tienen el deber de identificar y bloquear cualquier llamada que se realice desde el extranjero y que muestre falsamente una numeración nacional.
Pese a que la medida entró en vigor ayer, el operador local BT aplicó esta misma medida de forma voluntaria desde hace algún tiempo y ha afirmado que ha logrado evitar que ingresaran en su red hasta un millón de llamadas por día durante el primer mes de implementación. Unos números que demuestran la magnitud del problema al que nos enfrentamos y que parece que se trata de un problema que está afectando por igual a las compañías del resto de los países de nuestro entorno.
El caso de España
En España, el pasado mes de julio, el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Público ya anunció un plan de medidas dirigido a combatir las estafas telefónicas y a través de SMS. Algunas de las acciones que anunciaron que se iban a llevar a cabo durante los próximos meses consistían en el bloqueo de llamadas y SMS de numeración nacional, pero con origen internacional, que es el mismo caso al que hemos hecho referencia previamente.
El organismo público, conocedor de que las estafas de suplantación de identidad siguen un mismo patrón común que pasa por disfrazarse de un número nacional para ganarse la confianza de sus víctimas potenciales, busca restringir al máximo el abanico de opciones que tienen disponibles actualmente este tipo de empresas.
Dicho paquete de medidas se elaboró tras haber lanzado a principios de 2024 una consulta pública que tuvo una importante participación por parte de las empresas de telecomunicaciones de nuestro país, pero todavía no ha entrado en vigor.