Cómo organizar tus aplicaciones de Android para tener la pantalla de tu móvil bien ordenada
Es la Ley de Murphy. Tienes la pantalla del móvil llena de aplicaciones y te vuelves loco intentando buscar la que quieres usar. Sabes que la has descargado, pero no la encuentras entre tanto barullo y terminas por abandonar. Lo único que consigues es haber perdido un tiempo valioso. Sin embargo, para todo hay solución y, en este caso, es muy sencillo. Antes de llevarte las manos a la cabeza, hay varios métodos que debes conocer para empezar a organizar tus aplicaciones.
Ha llegado un momento en el que muchos usuarios no podemos vivir sin nuestros smartphones. Lo llevamos con nosotros a todas partes, ya que lo consideramos como uno de los complementos imprescindibles para consultar nuestras redes sociales, comunicarnos con nuestros amigos y familiares y realizar búsquedas en Internet. En definitiva, los móviles han evolucionado de tal manera que podemos hacer prácticamente de todo, como si de un ordenador se tratase.
Pero no todo es de color de rosa y llega un momento en el que, en un mundo repleto de aplicaciones y programas, es posible que terminemos saturados. Lo cierto es que hoy en día hay disponibles miles y miles de herramientas que solemos necesitar en ciertas situaciones, por lo que no nos queda otra que descargarlas. Para que no te sientas tan abrumado, puedes seguir unos pasos fáciles y rápidos para tener todas tu pantalla del móvil bien ordenada y limpia.
Crea carpetas
Una de las primeras cosas que tienes que hacer es clasificar tus aplicaciones por carpetas. Esto te permitirá disponer de un escritorio mucho más atractivo e intuitivo, de tal manera que si quieres pulsar sobre una aplicación, sepas en todo momento en qué lugar se encuentra, sin tener que estar un buen rato buscándola.
En Android, ordenar carpetas es una tarea que puede resultar un tanto ardua al principio, pero que luego agradecerás. Tan solo tienes que mantener pulsada la aplicación y ubicarla en otra que tenga que ver con la misma categoría o temática similar, y así sucesivamente. Por ejemplo, puedes introducir todas las apps de streaming y vídeo en una carpeta llamada «Streaming».
Incluye accesos directos
Aquí entran en juego las aplicaciones que más vayas a usar y el sistema operativo de Google es perfecto para facilitar que siempre se vean los iconos en el menú de inicio, aunque deslices de una página a otra.
Este dock de aplicaciones se encuentra habitualmente en la parte inferior de la pantalla, así que no tendrás pérdida para encontrar tus herramientas favoritas. Normalmente, puedes anclar hasta un total de 5 apps, e incluso montar carpetas.
Por su parte, los widgets son elementos interesantes que nos ofrecen información sobre el tiempo, la hora o la canción que estamos escuchando, y links directos a las aplicaciones.
Ordena el cajón de aplicaciones
Esta es una de las vías que puede serte de gran ayuda si eres asiduo a utilizar el cajón de aplicaciones. Lo mejor de todo es que puedes poner algunos filtros para organizarlas: por nombre, por uso o por hora de instalación.
A su vez, es importante añadir que las nuevas versiones de Android cuentan con una función muy práctica que consiste en escribir el nombre de la aplicación en la parte de arriba y así dar con esa búsqueda específica en cuestión de segundos.
Elimina todo aquello que no uses
Por último, y no menos importante, si quieres tener una interfaz completamente estructurada, deberás realizar una limpieza de todas aquellas aplicaciones que no estés usando en la pantalla de inicio. Para ello, mantén prolongada una breve pulsación sobre el icono de la app y pulsa en el botón de Eliminar. Asimismo, tienes la opción de eliminarla si no quieres que ocupe espacio en la memoria interna de tu teléfono.
Si en el futuro deseas volver a agregar una aplicación a la pantalla principal, simplemente tendrás que abrir la caja de aplicaciones, y arrastrarla. De esta forma, volverás a tenerlo todo de la forma en que lo tenías anteriormente. Por ello, elimina siempre aquello que no vas a utilizar o que no has utilizado en mucho tiempo.