Por favor, empresas, poneos de acuerdo de una vez en usar un mismo portal de reclutamiento
Todo aquel que tiene que buscar trabajo en la actualidad, probablemente, esté de acuerdo en un mismo punto: el problema de las mil y una plataformas de reclutamiento. Además de preparar y mimar el currículum, el documento que sigue siendo el más importante en la búsqueda de trabajo (aunque tal vez no por mucho tiempo), los aspirantes a un puesto de trabajo también van a tener que dominar todas aquellas webs y redes de empleo que se le presenten.
No se trata de estar al día a nivel digital, algo que, como es comprensible, sea un mínimo exigido en muchas profesiones. Se trata de que cada empresa usa, según su preferencia, un portal distinto para fichar y seleccionar a sus empleados. Además de JobToday o LinkedIn, tal vez te suenen estos nombres: Workday, InfoJobs, Indeed, Upwork, Adecco, Glassdoor… y podríamos quedarnos extendiendo la lista. Y no acaba aquí, porque a estos portales se suman los portales propios de las empresas que llevan a cabo el proceso de forma interna.
Estas plataformas, también llamadas sistemas de gestión de recursos humanos, son el día a día de los buscadores de empleo. El hecho de que cada empresa use un servicio distinto para la gestión de currículums y candidaturas tiene unas dos consecuencias muy negativas para los aspirantes a empleo: la pérdida de tiempo que conlleva registrase en todas ellas, y los riesgos a la privacidad que supone ceder tus datos a tantos sitios web diferentes.
Francisco V. 𝕏 @opinionFVTengan cuidado con esta página que ofrece trabajos Online. Es una estafa donde recaudan tu información personalhttps://t.co/goQLawWgv6 https://t.co/tx1jOd9EoP
23 de septiembre, 2024 • 18:43
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Pese a que la tecnología avanza rápidamente en algunos frentes, en otros, por algún motivo, parece quedarse estancada. Aunque todos estos portales permiten al usuario subir su currículum, los bots que usan suelen ser incapaces de analizar y recoger la información del archivo PDF o DOC. Debido (o pese) a esto, los portales solicitan a los usuarios rellenar un interminable formulario en el que no solo se le pide al usuario escribir de nuevo la información que ya consta en el CV (experiencia laboral previa, estudios), sino que se exige una agresiva cantidad de datos personales. Una tediosa experiencia que da lugar a memes en redes como el de la siguiente imagen.
Pérdida de tiempo y peligro para la privacidad
Estos portales pueden pedir al usuario especificar con gran lujo de detalles las empresas en las que participó, dónde y en qué año completó los estudios, y muchas más cosas. Por supuesto que una empresa, con razón, tendrá interés en conocer estas informaciones, pero el problema viene cuando se exige un nivel de detalle que implica horas enteras para completar estos perfiles online. Por ejemplo: día, mes y año en el que se completaron unos estudios y selección de la universidad (tal vez no aparezca en el listado).
Pero esto no es lo peor: estas plataformas no tienen reparo en pedir informaciones tales como el número del documento nacional de identidad, el domicilio exacto de la persona o su estado civil, entre otros. Información sensible que, con el simple hecho de compartirla (pese a que estos gestores se comprometan con la ley de protección de datos), ya supone un enorme riesgo ante posibles malas prácticas o ciberataques que filtren la información.
Por todas estas razones, sería muy beneficioso que, de alguna forma, el entorno empresarial se pusiese de acuerdo en un sistema único, más uniforme y homogéneo, que evite tener que repetir una y otra vez el mismo proceso, que además, conlleva un desgaste emocional y un esfuerzo mental grande para la persona que busca trabajo.
También hay plataformas más rápidas que otras. Job.com, por ejemplo, es bastante rápida y permite reutilizar la información de anteriores candidaturas rápidamente. También LinkedIn ofrece un modo de «Solicitud sencilla», para poder aplicar desde LinkedIn en lugar de mediante un servicio externo.
Vencer al algoritmo
Lo que seguramente moleste a los buscadores de empleo, más incluso que el tiempo que han de invertir en estos formularios online, es el hecho de que pese a poner ese esfuerzo extra en hacerle llegar el perfil a la compañía, no parece que se vea recompensado con mayores probabilidades de ser escogido. Los usuarios ya buscan formas de burlar a los ATS (Applicant Tracking System) que escanean los CV en busca de palabras clave y estructura que delaten al candidato perfecto, descartando de forma masiva un gran número de currículums.
Tal y como han recomendado diversos expertos, para que estos sistemas puedan leer mejor nuestro CV deberíamos enviar uno específicamente diseñado para robots. Fuera animaciones bonitas, diseños, colores o plantillas originales. Los ATS necesitan claridad para reconocer la información y, en caso de servir de complemento al formulario, poder volcarla adecuadamente de forma que no haga falta corregir los datos manualmente.
Un ejemplo de plantilla simple de este tipo es la de la imagen anterior; una sola columna, diferenciando claramente entre descripción de nuestro perfil, experiencia previa y formación.