¿Merece la pena subir a una tarifa de fibra más rápida? Esta es la clave

En función del tipo de usuario que seas, no siempre es necesario contratar la tarifa de fibra más rápida. Pero, ¿cuándo sabemos si nuestra conexión se queda algo corta para cubrir todas nuestras necesidades? Te lo contamos.
La inmensa mayoría de nosotros estamos acostumbrados a levantarnos por la mañana, encender el ordenador y, pocos segundos después, comenzar a navegar. Incluso en muchos casos no es necesario tener un ordenador a mano y con nuestro smartphone podemos consultar las noticias más importantes, nuestras redes sociales y los mensajes que tenemos pendientes.
Sin embargo, es posible que en algunos momentos del día te hayas encontrado con pequeñas bajadas de velocidad o algunas ralentizaciones que te están haciendo plantearte cambiarte a una tarifa superior. Sin embargo, esto no siempre va a solucionar los problemas que tenemos de red y antes de hacerlo, es importante que comprobemos si nuestro router está en buen estado, tiene una buena ubicación y, además, está lejos de posibles interferencias. Y es que, ¿cuándo es el mejor momento para subir de tarifa de fibra?

¿Vas a comenzar a utilizar nuevos servicios?
Es posible que tu situación laboral haya cambiado y ahora vayas a trabajar desde casa, con las obligaciones que ello requiere en términos de conectividad. O puede que vayas a comenzar a jugar más a algún juego online concreto o que te quieras disfrutar de tus plataformas de streaming con más calidad de la que tienen actualmente.
Si vas a comenzar a utilizar servicios más exigentes, no siempre es necesario que esperes a sufrir los clásicos parones en tu conexión para contratar una tarifa superior. Por ejemplo, si quieres exprimri tu lado más gamer, es más que probable que con 300 Mb de fibra no sea suficiente y necesites una tarifa bastante mejor. Evalúa tus nuevas necesidades y toma una decisión en función de ellas.
Problemas de rendimiento
No todos los problemas de rendimiento se solucionan cambiándonos de tarifa. Como ya hemos mencionado previamente, estos problemas pueden deberse a multitud de situaciones. Como, por ejemplo, las siguientes:
- Tener el router instalado dentro de un armario, lo que impide que la señal se extienda cómo debería.
- Instalar el router cerca de otros aparatos que puedan tener interferencias.
- Que el router esté dañado y no hayamos llamado a la operadora para que lo revise.
- Que se encuentra en una ubicación en la que haga mucho calor y no quede bien refrigerado.
Todo lo anterior son solo algunos ejemplos que pueden provocar que nuestra conexión tenga alguna dificultad más de la cuenta. Sin embargo, si hemos comprobado que nada de lo anterior ocurre y que, además, nuestra operadora confirma que todo está bien, puede que sea el momento de pasar a una tarifa superior y mejorar la velocidad que te ofrece tu conexión.
¿Te has comprado algún dispositivo que vaya a consumir más recursos?
Uno de los factores más importantes a la hora de determinar la velocidad de nuestra conexión a internet es el número de dispositivos conectados a la misma. A mayor número, mayor congestión tendrá, por lo que la experiencia que nos ofrecerá será peor.
Si recientemente te has comprado más dispositivos, como una Smart TV, una videoconsola o algún otro ordenador y todo ello tiene que estar conectado a internet de forma simultánea, lo mejor que puedes hacer es mejorar la tarifa que tienes contratada, puesto que lo normal es que la que tienes actualmente se resienta.