No solo se trata de un evento astronómico muy raro también sorprende por su brillo, diez veces más brillante que cualquier supernova, y por su duración: fue visible durante tres años.
El 9 de octubre de 2022, un equipo de astrónomos utilizó el telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi para detectar una de las mayores explosiones cósmicas que se habían identificado hasta el momento. Había ocurrido a 1.900 millones de años luz y duró unas diez horas. Se la bautizó con el nada estelar nombre de GRB 221009A y es reconocido como uno de los estallidos más cercanos y energéticos. En aquel momento su brillo fue tal que también fue detectado por astrónomos aficionados.
Ahora una nueva explosión le ha quitado el primer lugar. Un equipo de astrónomos dirigido por la Universidad de Southampton ha podido ver una explosión más de diez veces más brillante que cualquier supernova conocida (estrella en explosión) y tres veces más brillante que el evento de interrupción de marea más brillante, donde una estrella cae en un agujero negro supermasivo.
La explosión, conocida como AT2021lwx, ha sido visible durante más de tres años, en comparación con la mayoría de las supernovas, que solo son visiblemente brillantes durante unos meses. Tuvo lugar a casi 8 mil millones de años luz de distancia… y todavía está siendo detectado por una red de telescopios. AT2021lwx fue detectado por primera vez en 2020 pero hasta que el equipo de Phillip Wiseman publicó los resultados en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society se desconocía la magnitud de la explosión.
«Nos encontramos con esto por casualidad, ya que nuestro algoritmo de búsqueda lo señaló cuando buscábamos un tipo de supernova – explica Wiseman, en un comunicado –. La mayoría de las supernovas y los eventos de interrupción de las mareas solo duran un par de meses antes de desvanecerse. Que algo sea brillante durante más de dos años es muy inusual”. Al analizar el espectro de la luz, dividirlo en diferentes longitudes de onda y medir las diferentes características de absorción y emisión del espectro, el equipo pudo medir la distancia al objeto.
«Una vez que conoce la distancia al objeto y qué tan brillante nos parece, puede calcular el brillo del objeto en su origen. Cuando realizamos esos cálculos, nos dimos cuenta de que es extremadamente brillante”, añade Sebastian Hönig, coautor del estudio.
¿Qué causó la explosión?
Hay diferentes teorías sobre lo que podría haber causado tal explosión, pero el equipo de Wiseman cree que la explicación más factible es una nube extremadamente grande de gas (principalmente hidrógeno) o polvo que se ha desviado de su órbita alrededor del agujero negro. El equipo ahora se propone recopilar más datos sobre la explosión, midiendo diferentes longitudes de onda, incluidos los rayos X que podrían revelar la superficie y la temperatura del objeto, y qué procesos subyacentes están teniendo lugar. También llevarán a cabo simulaciones computacionales mejoradas para probar si coinciden con su teoría de la causa de la explosión.
“Con las nuevas instalaciones, como el Legacy Survey of Space and Time del Observatorio Vera Rubin, que estará en línea en los próximos años, esperamos descubrir más eventos como este y aprender más sobre ellos – concluye Wiseman –. Podría ser que estos eventos, aunque extremadamente raros, son tan energéticos que son procesos clave de cómo los centros de las galaxias cambian con el tiempo«.
A medida que nuestra tecnología de detección avanza, el universo nos muestra eventos más extraños, luminosos o explosivos y lo que creíamos saber se amplía…al igual que el universo.