La DGT advierte de esta cotidiana conducta al volante: no solo es una infracción grave, también un riesgo para todos
Cuando conducimos, debemos respetar todas las indicaciones de los organismos pertinentes no solo para evitar sanciones, también para no poner en peligro la vida de las personas que están circulando a nuestro alrededor.
A pesar de que los sistemas de infoentretenimiento, como Android Auto o CarPlay, están cada vez mejor desarrollados y nos ofrecen un mayor número de funciones, todavía no todos los coches son compatibles con ellos. Un escenario que obliga a muchos conductores a utilizar sus móviles cuando consideran que están en una situación tranquilidad y esta conducta no reviste de ningún posible peligro.
De hecho, según los datos que maneja la DGT, hasta uno de cada cinco conductores afirma haber utilizado el teléfono móvil en marcha. Una conducta que es muy habitual entre muchos conductores, pero que no solo puede llegar a suponer una sanción económica. En el peor de los casos, sus consecuencias pueden ser fatales.
Dir. Gral. Tráfico@DGTes1️⃣ de cada 5️⃣ conductores reconoce haber utilizado el 📱en marcha. El uso del móvil distrae al volante y manipularlo durante la conducción es un riesgo (y una infracción grave): incrementa el número de errores, ralentiza las reacciones y provoca choques y atropellos. #CeroRiegos https://t.co/j7T5598PPr17 de agosto, 2024 • 21:00
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Sin distracciones
En la publicación realizada en su cuenta de X, la DGT afirma que utilizar nuestro teléfono móvil mientras conducimos incrementa el número de errores que podemos cometer al volante, ralentiza las reacciones que debemos tener cuando nos encontramos ante cualquier situación en carretera y puede llegar a provocar choques y atropellos. Un conjunto de ingredientes que, dada la gravedad que pueden llegar a tener, es mejor evitar.
Cuando conducimos, siguiendo con las recomendaciones del organismo, el móvil debe quedar guardado en algún lugar en el que sea accesible para poder ser utilizado en caso de accidente. Sin embargo, en ningún momento tiene que suponer una tentación utilizarlo mientras estamos circulando.
Según las estadísticas, una llamada relajada disminuye la atención un 36%. Una cifra que asciende al 40% cuando la conversación es estresante. En el caso de que estemos leyendo y respondiendo mensajes de WhatsApp, la atención se reduce al 53%.
En el semáforo
Una de las situaciones en las que es más habitual hacer uso del teléfono es cuando nos detenemos en algún semáforo. Sin embargo, y pese a la falsa creencia de que este comportamiento está permitido, la realidad es bastante diferente. La DGT únicamente deja utilizar el smartphone cuando estamos estacionados, no detenidos. En un semáforo, o cualquier otra interrupción del tráfico, se considera que estamos detenidos. Por lo que no podemos utilizar el móvil bajo ninguna circunstancia. La sanción sería la misma que si lo estuviéramos utilizando en mitad de una autovía circulando a gran velocidad.
Las prácticas más habituales que recoge el organismo cuando estamos al volante pasan por escribir un mensaje de WhatsApp, buscar algo de información, leer alguna noticia o atender alguna llamada entrante que consideramos que es importante. La mejor recomendación, para evitar este tipo de distracciones, es que configuremos nuestro terminal para que cuando recibimos una llamada o un mensaje, no tengamos el móvil con sonido. De este modo, evitaremos cualquier distracción que pueda provocarnos unos cuantos segundos de peligro mientras estamos circulando por carretera. Si lo vamos a utilizar como GPS con un soporte adecuado, el modo no molestar puede ser la mejor opción para evitar males mayores.