El escenario que se abre en el sector te las telecomunucaciones que obliga a los operadores a llevar la fibra óptica hasta el hogar del abonado o a instalar nodos o repartidores en cada barrio hace necesario que las inversiones asciendan a miles de millones, que la base de abonados se dispare y que lo haga, además, en varias tecnologías.
La banda ancha y las redes de nueva generación con fibra hasta el hogar son las culpables de este movimiento. La primera víctima de la nueva etapa fue Yacom. Había conseguido situarse entre las empresas de ADSL más reputadas en los círculos tecnológicos, pero Deutsche Telekom echó cuentas y no le salieron. Orange ha hecho su movimiento, ahora quedan los de Vodafone y Jazztel
Orange tiene 1,1 millones de clientes de ADSL, una posición que le permite pasar a la etapa de las redes de nueva generación con más garantías de supervivencia.
Vodafone necesita poner un pie en el negocio de la banda ancha fija, para complementar su oferta de móvil y no perder clientes que requieran más capacidad y servicios de valor añadido que, hoy por hoy, sólo la red fija puede dar. Sus dos grandes rivales, Telefónica y Orange, son compañías integradas, así que su deseo es más una obligación si quiere competir con ellas en igualdad de condiciones.
Jazztel necesita tamaño. Sus 243.000 clientes de ADSL la sitúan muy lejos de los grandes competidores del mercado y constituyen una base de usuarios insuficiente para saltar a la nueva generación de redes y servicios.
Hay opciones. Otra multinacional, en este caso sueca y de nombre Tele2, ha realizado sus cálculos y también ha visto la conveniencia de salir de España. Y ello, a pesar de que fue una de las pioneras en darse cuenta de la necesidad de masa crítica. Compró Comunitel y ahora ha visto que es insuficiente. Ni siquiera hay un proceso oficial de venta y ya tiene dos ofertas encima de la mesa. ¿Quién ha acudido a la llamada? Es fácil, Vodafone y Jazztel.
Más clientes para rentabilizar el acercamiento al hogar
La fibra cambia este escenario. El punto de interconexión con la red de Telefónica tiene que acercarse a los hogares, lo que reduce el número de clientes potenciales por enganche y a la vez lo hace más caro. Para rentabilizarlo, se necesitan más abonados. En eso están.
Vía Cincodias.com