La Wii U no está funcionando como Nintendo esperaba. La última rebaja aplicada el pasado mes de marzo no ha surtido efecto y algunas empresas como Amazon han comenzado a aplicar una segunda rebaja para estimular las ventas. Por si fuera poco, en unos meses aparecerá en escena la PlayStation 4 y la nueva Xbox erosionando más la imagen de la compañía.
Las ventas de Wii U han sido decepcionantes y cada vez hay más voces críticas que piden cambios a la compañía japonesa de entretenimiento. Durante el pasado año fiscal, Nintendo vendió 3,45 millones de unidades, frente a los 5,5 millones previstos inicialmente por la compañía. Una cifra que sigue empeorando a juzgar por las decisiones que están tomando empresas como Amazon. La cadena de distribución acaba de aplicar una segunda rebaja en Reino Unido dejando el precio de la consola en su modelo básico en 180 euros. Esta rebaja ya fue aplicada también por la cadena de supermercados ASDA.
Nintendo no mueve ficha
De momento la compañía japonesa no va a rebajar oficialmente su nueva máquina y de momento se está limitando a «invitar» a los usuarios de la Wii anterior para que compren la nueva versión. «Adquiere la nueva consola que es más que una actualización», señala la empresa. En cuanto a las previsiones para este ejercicio, Nintendo aspira a vender 9 millones de unidades, una cifra elevada teniendo en cuenta que aparecerá en escena en el último trimestre la PS4 y que Microsoft está a punto de presentar la nueva Xbox restando protagonismo a la Wii U.
¿Puede Nintendo ser la nueva SEGA?
Todos recordaréis a SEGA, una empresa que se comía el mundo con su Megadrive y que se fue hundiendo poco a poco ante la hegemonía de sus rivales. En Nintendo podría suceder lo mismo si la estrategia no cambia. La última decisión sorprendente ha sido su ausencia en el próximo E3, feria de videojuegos que concentra la mayoría de las noticias del sector.
El abuso de sus franquicias tampoco está siendo acertado, hay usuarios que han decidido cambiar de máquina para acceder a nuevos títulos. Por si fuera poco, Nintendo también está ignorando por completo el mercado de los smartphones y tablets, una decisión que puede costar muy caro en el futuro.