Wanadoo y Amena se convertirán en Orange la próxima semana. El cambio definitivo de marca será del 2 al 3 de octubre. Esa madrugada, un gran número de empleados trabajará para cambiar la imagen de los 5.000 puntos de venta que tiene Amena en España. En cuestión de meses comenzará la batalla por crecer en el mercado de la telefonía móvil y del ADSL. Ofertas agresivas que combinen llamadas nacionales y móviles, televisión y banda ancha serán la estrategia de la nueva marca.
Hasta ahora estaba claro: el azul para Movistar, el rojo para Vodafone y el verde para Amena. Con la llegada de Orange, la gama cambia. Y es en esa mutación de tonalidades en lo que debía incidir la nueva publicidad, para la que la France Télécom ha contado con cerca de 60 millones de euros, destinados sólo al mercado español.
(El Mundo) En el primer spot de Orange, que se exhibió por primera vez el pasado 21 de septiembre en horario de máxima audiencia, aparece una niña que juega a montar un circuito con dos baterías, una verde, como Amena, y otra roja, como Wanadoo. Al unirlas, surge una luz naranja que comienza por iluminar su habitación y termina tiñendo toda la ciudad. «Amena y Wanadoo se convierten en algo más grande, algo diferente, algo nuevo. Orange«, reza la voz en off. La campaña, que se va a emitir hasta el próximo 3 de octubre en televisión, radio e Internet. Después habrá que esperar a las ofertas para fidelizar y captar clientes.
La CMT obliga a las operadoras de móviles a reducir las tarifas de interconexión casi a la mitad
El regulador ha decidido reducir los precios, mediante regulaciones semestrales, de las tarifas móviles de interconexión -las que se cobran las operadoras entre sí-. Así, los precios máximos se rebajarán en un 41% y un 47%, en el plazo de tres años.
Estas tarifas de interconexión son aquellas que las operadoras se cobran entre sí cuando las llamadas terminan en su red y provienen de otra compañía.
El organismo regulador considera que estas tarifas, que repercuten en los precios finales que pagan los usuarios, son demasiado altas, y por ello ha decidido reducirlas a casi la mitad.