La Asociación Internacional de Accionistas de Terra, Accter.com, segunda agrupación de títulos de la compañía después de Telefónica, con un 3,40% del capital, ha pedido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que suspenda la fusión de Terra con Telefónica. A juicio de Accter, «tanto la propuesta, como las decisiones al respecto ya adoptadas por los consejos de Telefónica y Terra, así como los que pudieran adoptar en el futuro, son nulos de pleno derecho.»
La toma de control de Telefónica sobre Terra a través de la última OPA, que sustenta la actual propuesta de fusión de Telefónica está pendiente en la Audiencia Nacional de sentencia judicial«, señala el comunicado de los accionistas minoritarios.
En consecuencia, Accter.com exige a la CNMV que intervenga y suspenda de forma inmediata esa propuesta y todas sus consecuencias comunicándolo a las partes y al mercado.
La CNMV es el único refugio de que dispone el accionista minoritario en el mercado ya que no puede alegar lagunas legales para no dar amparo al mas débil y desprotegido.
NACIMIENTO DE ACCTER
Telefónica anunció ayer que propone a su filial Terra iniciar un proceso negociador para acordar una posible fusión entre ambas compañías, con un tipo de canje de dos acciones de la matriz por cada nueve del portal de Internet.
De hecho, Accter nació en 2003 fruto de la insatisfacción entre los minoritarios cuando Telefónica lanzó una OPA sobre Terra a 5,32 euros el título, muy por debajo de los 11 euros a los que se colocó en Bolsa la filial de internet, con unas previsiones de beneficios y rentabilidad que nunca se cumplieron.
La nueva oferta queda por debajo de nuevo de los 11 euros por título, ya que no llega a valorar las acciones de Terra a 3,2 euros, que además no serían en metálico, sino en acciones de Telefónica.
El presidente de Accter, Julián de Fabián, ha comentado hoy que «el accionista tiene que saber que, mediante un artificio legal, pretenden cambiarle nueve de sus acciones por dos de Telefónica sin que pueda oponerse».
Para De Fabián, «quien burla al estado de derecho y utiliza la desinformación, la confusión, la coacción y el miedo contra el débil es un defraudador financiero y que alguien así presida la primera empresa española es una vergüenza para sus accionistas, para el sistema financiero y para los españoles», en alusión al presidente de Telefónica, César Alierta.