Montamos en el coche autónomo de Telefónica controlado por la primera antena 5G de España

Hace unos meses, Telefónica anunciaba el despliegue en pruebas de sus primeras redes 5G en dos ciudades, Talavera de la Reina y Segovia. Hasta la primera de las dos nos hemos venido hoy a probar el primer coche autónomo, desarrollado junto a Ericsson, que además estaba controlado y conectado a la primera antena 5G operativa en nuestro país.
Dentro de la iniciativa «Ciudades Conectadas», Telefónica y Ericsson nos han permitido probar una experiencia en la que se mezclan dos de las tecnologías de futuro más inminentes: el 5G y el coche autónomo. En concreto se ha tratado de un minibus eléctrico EZ10 de la compañía EasyMile, que rodaba por primera vez en España pero que ya se conocía.
Ahora bien, la novedad es que hemos podido montar en el primer coche autónomo conectado a la primera red 5G real de Telefónica, con una antena en banda 3,5 GHz desplegada por Ericsson desde una unidad móvil.
Además de controlar el equipo a distancia, la prueba nos ha permitido ver lo que «haremos» dentro un coche autónomo cuando no tengamos que conducirlo. Aquí es donde entra el 5G, primero porque esta red cuenta ya con una latencia mínima que permite tener controlado los vehículos sin que haya apenas retardo entre el momento en el que se da alguna orden y la respuesta del coche.
Por otra parte, la conexión permite, gracias a este elemento y el mayor ancho de banda (hasta más de 1 Gbps repartido para varios dispositivos dentro del habitáculo), la posibilidad de contar con un completo sistema de entretenimiento en el coche. Esto no son sólo elementos multimedia sino también otras capacidades de sistemas en tiempo real como podrían ser videoconferencias o geoposicionamiento.
En todo caso, son servicios que muestran las capacidades del 5G que destacan por la alta capacidad de transferencia de datos y ultra baja latencia a través de la descarga en streaming de contenidos de alta definición, creación de un entorno de trabajo en el vehículo y la asistencia a la conducción remota a partir del análisis y procesado de los datos de telemetría enviados por el vehículo autónomo en tiempo real.
Finalmente, la experiencia de los pasajeros es lo que anticipa el concepto de Quinta Pantalla, ideado por CarMedia, que se ha aprovechado en la prueba de los contenidos de Movistar+. En el vehículo se puede experimentar una experiencia multimedia inmersiva además de recibir información contextualizada con el entorno que indica datos como dónde comer, puntos de interés, etc. Finalmente, la última parte del «entretenimiento a bordo» lo ofrece la posibilidad de contar con servicios de oficina móvil.
Tecnología dentro del coche autónomo 5G
Lo cierto es que nos hemos montado en un vehículo en el que buena parte estaba ocupada por lo que, actualmente, sería un «móvil» 5G de pruebas. Llamar «móvil» es un poco arriesgado, digamos que se trata de un receptor y emisor 5G ya que aún no se puede aplicar una tecnología miniaturizada o comercial.
En el plano técnico, el vehículo eléctrico va equipado con tres sensores LIDAR en su base y uno en la parte superior del parabrisas, además de GPS y videocámaras para controlar sus movimientos, analizar el entorno y crear un mapa tridimensional del mismo. Está permanentemente conectado y permite el acceso remoto tanto para ver sus datos de telemetría (sensores, localización, velocidad, rango de giro, etc.)
Pero más importante que el hardware es que un coche autónomo como es en el que nos hemos montado, es capaz de generar la friolera de 4 TB de información diaria por lo que se requiere de un gran ancho de banda para transferir estos datos y baja latencia para que sean en tiempo prácticamente real. Es necesario para poder procesar los datos recibidos por los vehículos, pensemos que funcionarán varios a la vez, y proceder a una toma de decisiones.
En 2020, como indicó Movistar, se empezarán a desplegar las primeras redes 5G cuyas aplicaciones, como estamos viendo, son variadas y diversas, más allá de sólo contar con más «gigas» de ancho de banda para nuestros terminales móviles. El potencial de la tecnología en entornos como el Internet de las Cosas, que al final es lo que es un coche autónomo, puede ser vital para el desarrollo de nuevos servicios como los que hemos probado hoy.