Las posibilidades de la tecnología WiFi y las redes inalámbricas son interminables y cada vez conocemos más aplicaciones prácticas. Pronto, seremos capaces de saber si una persona está respirando a través de estas redes, además de posicionarlo en el espacio. Al menos, esto es lo que señala un informe publicado por tres investigadores de la Universidad de Pekín que describe un método sensitivo basado en lo que se conoce como channel-state information o CSI por sus siglas en inglés. Esto ofrece una “imagen” más precisa de las ondas electromagnéticas.
Este método sensitivo ofrece una información más rica que el uso habitualmente y que se conoce como RSS o received signal strength. Este último ha estado utilizándose en los últimos 15 dentro de un proyecto conocido como RADAR y desarrollado por Microsoft. A grandes rasgos, registrar la intensidad de la señal WiFi en diferentes lugares de un espacio interior. Luego, esos datos se guardan en tablas y se utilizan para predecir la posición de un objeto. Se trata de equiparar la intensidad de la señal inalámbrica con una localización concreta según la tabla.
Sin embargo, el método utilizado por los investigadores de la Universidad de Pekín permite tener información más precisa. Es cierto que no lo han inventado ellos y lleva tiempo estudiándose, pero ellos han sabido ver lo que es capaz de ofrecer con más precisión. Para ello, han aplicado los principios de lo que se conoce como Zona de Fresnel. Según Wikipedia, se trata de:
“El volumen de espacio entre el emisor de una onda -electromagnética, acústica, etc.- y un receptor, de modo que el desfase de las ondas en dicho volumen no supere los 180 grados. Así, la fase mínima se produce para el rayo que une en línea recta al emisor y el receptor. Tomando su valor de fase como cero, la primera zona de Fresnel abarca hasta que la fase llegue a 180 grados, adoptando la forma de un elipsoide de revolución. La segunda zona abarca hasta un desfase de 360 grados, y es un segundo elipsoide que contiene al primero. Del mismo modo se obtienen las zonas superiores.”
A través de este principio, son capaces de generar patrones de interferencias de las señales de radio con respecto a los objetivos encontrados en un determinado espacio y así pueden colocarlos de forma más precisa. Han realizado diversas pruebas al respecto con precisión de un centímetro. Esto debería ser suficiente para detectar la respiración humana en un sujeto.
En las pruebas vieron que, si se dan las condiciones perfectas de observación, se puede determinar con precisión si un ser humano está respirando. Por el momento, se trata únicamente de una prueba de concepto, pero esperan llevarla mucho más lejos. Creen que en el futuro se puede crear una auténtica sinergia entre la comunicación y las capacidades sensoriales de los dispositivos. Todo ello revolucionaría el Internet de las cosas y abriría la puerta a nuevas aplicaciones para casas, oficinas, hospitales y mucho más.