Jose María Álvarez-Pallete sustituye a César Alierta como presidente de Telefónica
César Alierta, presidente de Telefónica desde hace casi dieciséis años cederá el testigo de la cúpula del gigante de telecomunicaciones español a José María Álvarez-Pallete. El próximo 8 de abril está marcado en rojo en el calendario de la compañía para formalizar el nombramiento del sucesor de Alierta que será el encargado de reforzar la presencia del grupo en todos los sectores en los que posee diversas carteras de negocio.
Telefónica comenzará en las próximas semanas una nueva etapa de la mano de Jose María Álvarez-Pallete, actual consejero delegado de Telefónica que entró en 1999 al Grupo Telefónica como director general de Finanzas. Los méritos hechos hasta la fecha le han valido para ser el candidato idóneo para coger el mando de una de las empresas más potentes del país y uno de los grupos de telecomunicaciones con mayor presencia en Europa y en el mundo.
Se va tras muchos años de trabajo al frente de Telefónica César Alierta, quien sucedió a Villalonga en el 2000 como la cabeza visible de la compañía en el gran proceso de diversificación vivido por la misma y que la ha llevado a seguir liderando el mercado de telecomunicaciones en España y abrir miras para convertirse en el grupo con la cartera de contenidos audiovisuales más potentes en nuestro país.
El anuncio de la marcha de Alierta ha sido ofrecido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y ahora falta por ver quién será el número 2 de la compañía, un cargo que será escogido por el propio Jose María Álvarez-Pallete una vez que se confirme su nombramiento a comienzos del próximo mes de abril.
Alierta responsable de la modernización de Telefónica en 15 años
Telefónica quiere continuar con la digitalización de su negocio y la expansión en Europa, Latinoamérica y nuevos mercados y por ello desde la compañía se ha pensado que Álvarez-Pallete es el candidato ideal para la sucesión de cara a la revolución digital de los próximos años. Pero la sombra de Alierta no será algo fácil de seguir en vista de los hitos conseguidos por el hasta ahora máximo presidente ejecutivo del grupo.
Telefónica@TelefonicaÁlvarez-Pallete accede al cargo de presidente tras más de 17 años en la cúpula directiva de la compañía y más de 3 como consejero delegado29 de marzo, 2016 • 12:56
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César Alierta sustituyó a Juan Villalonga al frente de Telefónica para arrancar el nuevo milenio con la vista fijada a la expansión en todo el mundo, destacando Hispanoamérica, Brasil y potencias europeas como Alemania. En este periodo se han vivido grandes cambios sobrevenidos con la Telefonía Digital o la amortización de las licencias UMTS. Pero el mercado internacional ha sido una de las señas de identidad de Alierta y solo hay que comprobar los números de la telco para constatarlo. En el año 2000 solo el 50% de los ingresos de la compañía provenía de fuera de nuestras fronteras, mientras que en 2015 ese porcentaje se elevó hasta el 87%, dando muestra de la importancia de mercados distintos al doméstico. A finales de 2014, la compañía ya contaba con un total de 341 millones de accesos en todo el mundo, incluyendo móviles, banda ancha y televisión.
Bajo el mandato de César Alierta, Telefónica ha consolidado una inversión acumulada de 100.000 millones de euros, impulsando el despliegue de nuevas redes de fibra óptica y 4G a lo largo de todo el país durante estos años atrás. Telefónica ha sufrido una transformación en varios mercados durante este tiempo gracias también a algunas de las adquisiciones más sonadas tanto en España, con la reciente compra de Canal + en el área de televisión premium, como en el de las telecomunicaciones en otros países cómo son Brasil con la adquisición de GVT o Alemania con la compra de e-Plus.
Ahora, Alierta seguirá vinculado a Telefónica al permanecer en el Consejo de Administración desde el cuál seguirá realizando aportaciones a la compañía, pero cederá el testigo del mando a Álvarez-Pallete. El nuevo presidente tendrá que retomar la estrategia de expansión de Telefónica y la apuesta por mercados tradicionales como el de la telefonía móvil (gracias al 4G) o la fibra óptica, que el pasado año ya contaba con 31 millones de unidades inmobiliarias pasadas por FTTH.