Los precios de los SSD han caído en picado ¿pasamos ya de los discos duros tradicionales?
¿SSD o disco duro “tradicional”? Hasta ahora la respuesta se respondía de forma sencilla basándose casi en exclusiva en el precio para argumentar la decisión. Eso está cambiando y más que lo hará en los próximos tiempos ya que los precios de los SSD han caído en picado.
El precio del almacenamiento ha caído en picado en los últimos años. Para ello, no tenemos más que recordar el precio de un disco duro o una memoria USB hace varios años en comparación con la actualidad. Los que se resistían a bajar de precio eran los conocidos como SSD o unidades de estado sólido. Estos componentes cuentan con muchas ventajas con respecto a los HDD tradicionales, como mayor velocidad, menos peso o más resistencia, aunque históricamente han sido muchísimo más caros.
Pero esto está cambiando de forma radical. Desde 2012 hasta la actualidad, el precio medio del GB ha pasado de 0,99 dólares a 0,39 dólares y se espera que en 2017 se sitúa en sólo 0,17 dólares. Para que nos hagamos una idea, un SSD de 500GB dentro de dos años costaría unos 90 euros. Todo esto es muy bonito pero ¿cuánto cuesta un disco duro tradicional? Pues su precio se mantiene en 0,06 dólares por GB y se espera que siga igual dentro de dos años, dando la sensación de haber tocado suelo.
Este descenso de los precios se ha notado en las ventas, ya que cada vez más usuarios están abrazando esta tecnología en sus ordenadores. En 2014 la cosa se situaba 70-30 a favor de los discos duros mientras que en 2017 se estima que quedará en 60-40, un incremento proporcional muy grande. A ello también han contribuido las políticas de precios bajos de fabricantes como Samsung, Toshiba, SK Hynix, Intel y Micron.
Además, los avances que se siguen produciendo ayudan a construir SSDs con mayor capacidad y menor coste, lo que contribuirá a seguir bajando su precio en los próximos años tal y como hemos vista en la estimación anterior. Así que, pronto no quedarán excusas para no dar el salto a un disco SSD y la mayoría de fabricantes de ordenadores los venderán como opción de serie con sus equipos de sobremesa y portátiles.