¿Vale todo a la hora de crear un videojuego? SMS Racing es el último título que ha suscitado polémica en el mundo del ocio digital. Este juego recrea una conducción de carreras con el coche mientras contestamos con el teléfono móvil a mensajes de texto. La fomentación de estas prácticas ilegales no son nuevas en el sector y muchos opinan que en ocasiones se va demasiado lejos con tal de buscar notoriedad.
SMS Racing no nació con la esperanza de convertirse en una referencia en el mundo de los videojuegos allá por 2014, sino más bien en llamar la atención por su tono polémico, y ahora con la excusa de la realidad virtual ha vuelto a la carga. El eje central de este título es plantear al jugador la “emoción de usar una aplicación de mensajería mientras vamos al volante”. Lamentablemente, este argumento es la causa de un gran número de accidentes al año debido a la distracción que provoca usar dispositivos electrónicos en el móvil y desviar nuestra atención de la carretera. En España, hablar con el móvil mientras conducimos está castigado con la retirada de 3 puntos del carnet y una infracción grave de 200 euros, además del riesgo de perder la vida o la de los demás en un accidente.
El juego que ahora ha sido adaptado para las gafas de realidad virtual Samsung Gear VR, es bastante simple, con una mano se maneja el volante del coche y con la otra se contestan mensajes en un teléfono móvil virtual. Ya se lanzó en 2013 una primera versión para navegadores y ahora se vuelve a la carga con una nueva versión para dispositivos móviles compatibles con la tecnología de realidad virtual.
Otros juegos polémicos más allá de GTA
Aunque el mundo de los videojuegos, al igual que cualquier otro producto cultural, tiene establecido un sistema calificación por edades, muchos videojuegos (sobre todo los disponibles en sistemas móviles), se saltan esta criba para lanzar al mercado creaciones que sobrepasan el límite.
Algunos de estos ejemplos son bastante recientes, como el juego Ass Hunter, cuyo objetivo consistía en “cazar” personas homosexuales y que Google retiró de la tienda de aplicaciones tras recibirse multitud de denuncias. Un caso similar fue el de Bomb Gaza, el juego para Android que recreaba el bombardeo sufrido por la población de Gaza.
No todos los casos de videojuegos polémicos basan su éxito en llamar la atención a través de esta vía y el mejor ejemplo son los juegos de renombre del sector. Grand Theft Auto es una saga que lleva desde siempre ligada a demandas de colectivos y asociaciones por su violencia explícita y su hipotética fomentación de la delincuencia, pero el juego ha sabido definir su identidad y más allá de esa capa superficial esconde una jugabilidad que le han hecho pionero en su género.
¿Creéis que debería haber más mano dura contra ciertos videojuegos?