Las televisiones en 3D no tienen éxito. Sus ventas no vienen dadas por el atractivo de dicha tecnología, sino por el ciclo forzoso de renovación y otras características asociadas, como la resolución o el tipo de panel, entre otros. Y es que la utilización de gafas para la visualización de realidades creadas en tres dimensiones no convence, como tampoco lo ha hecho en el cine. Pero hay solución y se llama grafeno, un material que permitirá crear entornos tridimensionales con hologramas… que se podrán ver sin gafas.
La tecnología está diseñada en base a los sentidos, pero lleva años enfocada especialmente a la vista. El oído sigue su camino paralelo, mimado por algunos avances tecnológicos, mientras el tacto es tarea de los diseñadores. ¿Qué hay del gusto? Aún poco. Y es que aún queda mucho terreno por descubrir en el foco principal de desarrollo, la tecnología para el gozo de la vista. La «inmersión» es el concepto sobre el que mayor interés se está dedicando y la realidad virtual parece el horizonte más evidente y rentable. Pero sí, aquí también hay sombras sobre las que aportar luz.
La ciencia ficción como realidad, gracias al grafeno
En largometrajes futuristas estamos cansados de ver cómo los hologramas se convierten en tecnología real que permiten la visualización de realidades virtuales tridimensionales con las que poder interactuar. Mientras Apple ya ha patentado su propio sistema de pantallas holográficas, la Universidad de Griffith parece avanzar un paso por delante del sector, y lo hace gracias al grafeno. Este material, que también muestra ya en procesos de investigación sus bondades aplicadas a las baterías, permitirá «una inmersión total en mundos virtuales sin engorrosos accesorios, como las gafas 3D».
Uno de los más delgados, ligeros y fuertes materiales que conoce la humanidad. Además, es un estupendo conductor de electricidad y calor. Sin duda, destaca por sus propiedades mecánicas, electrónicas, térmicas y ópticas. Y precisamente por esto, gracias a la modificación de las estructuras de carbono, permitirá crear imágenes tridimensionales de alta precisión y a todo color. De hecho, estas imágenes ya permiten un amplio ángulo de visión de hasta 52 grados.