Decepción en Microsoft por las escasas ventas de Windows 8

Decepción en Microsoft por las escasas ventas de Windows 8

Redacción

A pesar de que en un principio Microsoft no dudó en avanzar que Windows 8 se estaba vendiendo a un ritmo superior al del estreno de Windows 7, desde la compañía se empieza a reconocer que sus ventas están siendo decepcionantes.

La nueva plataforma de los de Redmond no ha tenido el pretendido estreno por parte de la firma norteamericana. El arriesgado paso consistente en lanzar un nuevo sistema operativo enfocado a los dispositivos táctiles sin tener una amplia gama de equipos atractivos y un fuerte background de aplicaciones disponibles para este sistema ha provocado que las ventas de Windows 8 estén «muy por debajo» de lo que esperaba el gigante norteamericano.

Sin embargo, Microsoft achaca a los fabricantes de equipos de este bajo nivel de ventas. Les acusa de ser «incapaces de cumplir» a la hora de lanzar nuevos equipos con su nueva plataforma y esto habría provocado que a marchas forzadas la firma de Redmond se decidiese a entrar en el mercado del hardware con el lanzamiento de Surface, su primera tableta y cuyo estreno en el mercado también ha sido muy discreto.

Desde la compañía se teme haber dado un paso atrás después de haber lanzado hace tres años un producto como Windows 7 que en este tiempo ha recibido muy buenas críticas y del que muchos dudan sobre si necesitaba la existencia de un sucesor tan inmediato. Puede que desde los creadores de Windows 8 ya se esperase este batacazo y esto explicaría en parte la reciente salida de la compañía de Steven Sinofsky, responsable de Windows.

Todo esto sucede cuando ni siquiera se ha cumplido el primer mes en el mercado del nuevo sistema operativo. Aunque se alude en cierta medida al contexto de crisis actual, no resulta difícil de entender que un producto como W8 no haya arrancado en el mercado, más si tenemos en cuenta que las críticas negativas ya se habían producido antes del lanzamiento comercial. Desde junio ya se especulaba con que el sistema podría ser un fracaso a la altura de Windows Vista, un software del que Microsoft no quiere ni oír hablar.

Aun así, es de esperar que durante el periodo navideño el gigante norteamericano vea crecer inevitablemente las ventas de su recién estrenada plataforma. Otra cosa será, en cambio, que éstas satisfagan unas expectativas que en solo tres semanas han quedado muy mermadas.

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