Intel Compute Stick análisis: segunda generación del mini ordenador USB con Windows 10

Intel Compute Stick análisis: segunda generación del mini ordenador USB con Windows 10

Claudio Valero

La evolución de la tecnología está consiguiendo que cada vez tengamos más potencia en menos espacio, ayudando a la proliferación de los mini ordenadores. Este terreno nos ofrece muchos formatos y configuraciones aunque Intel ha conseguido marcar la pauta con su Compute Stick USB. La segunda generación ya está en la calle y nosotros hemos analizado las posibilidades de este mini ordenador con Windows 10.

Los ordenadores en miniatura están cobrando protagonismo en los últimos tiempos ya que nos permiten la versatilidad de un smartphone en cualquier lugar con el único requisito de contar con una pantalla con puerto HDMI disponible. Con ellos, podemos llevarnos el ordenador a cualquier parte o utilizarlo para multitud de funciones como, por ejemplo, HTPC o centro multimedia.

Intel Compute Stick

Intel lanzó la primera versión a principios del pasado año y debido a la buena acogida en el mercado ha llegado una segunda edición con mejoras en todas las áreas clave. Nosotros hemos podido probar la versión con número de referencia STK1AW32SC por cortesía el propio fabricante. A continuación, vamos a contar un poco más de sus características técnicas, repasar su diseño, realizar algunas pruebas de rendimiento y extraer conclusiones tras unos días de uso regular.

Características técnicas

La segunda generación de Intel Compute Stick cuenta con el procesador Intel Atom Cherry Trail para aumentar el rendimiento, WiFi ac para mejorar la conectividad inalámbrica o Windows 10 Home instalado de serie para que sólo tengamos que enchufar y comenzar a utilizarlo. Además, este es un resumen de sus características técnicas:

  • Procesador Intel Atom x5-Z8300 (2M Cache, hasta 1.84 GHz)
  • Intel HD Graphics
  • Intel HD Audio Technology
  • Memoria RAM 2GB DDR3L-1600
  • Almacenamiento integrado 32GB
  • Intel Dual Band Wireless-AC 7265
  • Bluetooth 4.2
  • 1 x USB 2.0
  • 1x USB 3.0
  • 1 x microSD hasta 128GB
  • 1 x HDMI 1.4b
  • 1 x microUSB para corriente
  • Ranura antirrobo
  • Dimensiones 11,3 por 3,8 por 1,2 centímetros
  • Peso
  • Windows 10 Home

Caja y accesorios

El Intel Compute Stick se presenta dentro de una caja en tonos azules de reducidas diferencias similar a la de la primera versión con las características técnicas en uno de los laterales o los datos relativos al número de producto y número de serie del dispositivo en la zona inferior. Una vez abrimos la caja, tenemos el Intel Compute Stick en uno de los apartados correctamente embalado y con su puerto HDMI protegido con una funda.

Intel Compute Stick

En la otra sección de la caja encontramos las instrucciones, los certificados de garantía y los accesorios. El Intel Compute Stick se presenta con un adaptador de corriente microUSB que cuenta con varias clavija de enchufe para conectarlo en las diferentes regiones del planeta y un alargador de HDMI para no tener el dispositivo conectado directamente a la televisión o monitor por los problemas que esto pudiera ocasionar.

Aspecto exterior

Intel no ha trabajado demasiado en el diseño con respecto a la primera versión aunque tampoco estamos ante un producto para lucir o que vaya a estar expuesto. El Intel Compute Stick es sencillo, de líneas rectas y acabado en plástico negro. En conjunto, da sensación de robustez y resistencia. Su tamaño es correcto si contamos que estamos ante un PC completo, aunque algo más alargado que la primera versión.

En la parte superior tenemos las dos rejillas de ventilación que permiten refrigerar el interior del dispositivo junto con el logo de Intel y un LED que indica que está encendido y funcionando. Además, en la parte inferior de esta zona tenemos la ranura antirrobo. La parte trasera está reservada para el número de serie y todos los logos de licencias, advertencias, etc.

Pasando a los laterales, encontramos diferencias con la primera versión. En la parte derecha tenemos únicamente la ranura microSD pero en la parte izquierda nos encontramos con dos puertos USB, uno de ellos 3.0 fácilmente reconocible por el color azul. En esta zona tenemos también el botón de encendido y la conexión microUSB que sirve para alimentar el dispositivo.

Empezando con Intel Compute Stick

Nada más enchufar el Intel Compute Stick se cargará Windows 10 automáticamente y empezaremos con el habitual proceso de registro. Tendremos que introducir algunos datos habituales, como realizar la configuración regional, conectarnos a una red WiFi o buscar actualizaciones, además de registrar nuestra cuenta para tener una funcionalidad ampliada, aunque esto es algo opcional.

Fiel a la filosofía “Connect. Compute”, el dispositivo de Intel viene con todo preparado para que su configuración inicial no se convierta en un proceso tedioso, con todo pre-instalado de antemano y donde sólo tendremos que completar el proceso de configuración inicial una vez. Eso sí, nada más acceder a Windows 10 es muy recomendable aplicar todas las actualizaciones disponibles.

Pruebas de rendimiento

La segunda generación de Intel Compute Stick cuenta con un procesador Intel Atom Z5-x8300 de cuatro núcleos fabricados con tecnología de 14nm con 2MB de cache L2 y una velocidad máxima de reloj de 1,84 GHz. El procesador consume únicamente 2w y cuenta con gráficos Intel HD. Se trata de un procesador de bajo consumo que debería ser suficiente para un uso diario y casual del ordenador.

Para comprobar su desempeño, hemos realizado algunos de los test de rendimiento más populares. Como ya hemos dicho, no está pensado para un uso intensivo ni para tareas que requieran mucha potencia, por lo que debemos tener claro lo que estamos comprando y lo que le podemos llegar a pedir. Pese a ello, el procesador y el resto de componentes funcionan a las mil maravillas para un uso básico que pase por navegación, multimedia y ofimática.

pcmark
3DMark
3DMark Cloud Gate
GeekBench3
SunSpider
Crystal Disk Mark

Resumen y conclusiones

Después de una semana utilizando Intel Compute Stick como ordenador personal para trabajar en ADSLZone y realizar algunas cosas más como reproducción de vídeo o navegación por Internet, estamos en posición de emitir nuestra opinión sobre este dispositivo. Lo primero que debemos tener en cuenta es que estamos comprando un mini PC de bajo consumo metido en un reducidas dimensiones.

Sin embargo, esto no sacrifica en ningún momento su rendimiento diario y en un test a ciegas sería casi imposible de diferenciar de un PC convencional básico. El Intel Compute Stick es perfecto para un uso como ordenador de diario, para trabajo u labores de ocio, sin sufrir ningún tipo de problemas en forma de bajones de rendimiento o ralentizaciones.

Intel Compute Stick

Además, supone un considerable salto con respecto a la primera versión y no sólo por la mejora que ofrecen los procesadores Intel Cherry Trail. El hecho de contar con un puerto USB 3.0 adicional le ofrece un grado de versatilidad mucho mayor sin dejar de lado que la mejorada conectividad WiFi AC nos permitirá navegar a una velocidad similar a la que conseguimos por cable (siempre que tengamos un router compatible).

Y si todo esto fuera poco, lo mejor es que lo podemos encontrar en diferentes tiendas por un precio que no supera los 150 euros. Sin duda, esto eleva su calidad-precio por encima de otras alternativas del mercado. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y vamos repasar algunos de sus inconvenientes principales.

El dispositivo se queda únicamente con menos de 20 gigas de espacio de almacenamiento ya que la instalación de Windows 10 se lleva buena parte de la memoria de serie. Los ventiladores son ruidosos, muy ruidosos, y cuando le exigimos un poco al Intel Compute Stick se ponen a girar como locos. Por último, 2GB de RAM se antojan pocos en esta época de multitarea y aplicaciones más exigentes.

Lo mejor

  • Precio
  • Rendimiento procesador
  • Dimensiones y posibilidades

Lo peor

  • Almacenamiento
  • Memoria RAM
  • Ruido ventiladores
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