Si estás considerando instalar una videocámara para vigilar tu plaza de garaje, te pueden asaltar varias dudas sobre si es legal, si tu comunidad de vecinos debe aprobarla primero, o de qué puedes hacer y qué no con las imágenes que queden grabadas. Desde la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) responden a estas preguntas para explicar todo lo que hay que saber sobre el uso de cámaras de vigilancia, por parte de un particular y en el caso concreto de un aparcamiento.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que siempre que se trate de un aparcamiento común, es decir, el de una urbanización o de un conjunto de propietarios, habrá que cumplir con la Normativa de Protección de Datos, en tanto que otras personas pueden transitar por la zona y ser grabadas. Es por ello que, antes de comenzar a utilizarla, habrá que rellenar un formulario online disponible en FACILITA_RGPD en la web de la AEPD, siempre que no se trate de una infraestructura grande como el aparcamiento de un centro comercial o de una estación de tren.
En segundo lugar, será también imprescindible colocar un cartel «suficientemente visible» en «los accesos a la zona vigilada», y que tendrá que indicar de forma clara la identidad del propietario de la cámara, y a dónde debería acudir para ejercer sus derechos recogidos en la normativa de protección de datos. Para saber cómo debería ser un cartel atendiendo a estos requisitos, puedes consultar el modelo que la AEPD ha incluido en la Guía sobre el uso de videocámaras, que no obstante recogemos aquí en la siguiente imagen.
En cuanto al consentimiento necesario por parte del resto de propietarios, se nos indica que: será necesario contar con autorización previa de la Junta de Propietarios, «que deberá constar en las actas correspondientes». No solo eso, sino que la cámara debe apuntar exclusivamente hacia la plaza de aparcamiento particular, y no deberá captar imágenes de plazas de aparcamiento ajenas. Igualmente, tampoco deberá quedar grabado ningún otro espacio común ajeno a la propia plaza, más del que sea absolutamente imprescindible.
Además, si la cámara permite el movimiento (orientable y/o con zoom), será necesario instalar «máscaras de privacidad» para evitar la captación de imágenes de la vía pública, viviendas o terrenos de terceros.
Acceso a los vídeos
Dicho todo lo anterior respecto a la autorización y orientación de la cámara, el otro aspecto importante es de qué forma se accederán a los contenidos grabados por esa cámara de vigilancia. La AEPD indica que solo el responsable de la cámara podrá tener acceso a los vídeos, y que si el acceso es posible desde Internet, tendrá que protegerse con usuario y contraseña, o bien otro método de autenticación. De hecho, se recomienda de forma específica cambiar el usuario o contraseña que venga por defecto al instalar la cámara, para evitar el uso de claves inseguras.
Las grabaciones solo podrán conservarse durante un mes, tras el que tendrán que borrarse ya sea automática o manualmente.
Y finalmente, en el caso de que se realice algún tipo de vandalismo sobre el vehículo, motivo por el que se coloca la cámara en primer lugar, se indica que las grabaciones realizadas solo podrán usarse con el fin exclusivo de acompañar a denuncias interpuestas por delitos o infracciones.
Asimismo, la Policía también podrá solicitar al propietario del sistema el acceso a las grabaciones si es de interés por algún suceso y puede servir en una actuación policial o judicial. En caso de que se dé este último caso, el propietario estará autorizado a ceder las grabaciones, amparándose en el requerimiento que le haya entregado la Policía o entidad responsable.
Podemos complementar esta información con los apuntes que ofrecen desde la empresa de seguridad Prevent Security Systems, desde la que también indican que la plaza de garaje debe ser de uso doméstico, y no profesional o laboral, y que no deben existir monitores de visualización en directo. Las imágenes deberán quedar recogidas y ser accesibles únicamente desde un disco duro, y se recurrirá a ellas únicamente cuando se produzca algún desperfecto en el vehículo.