El operador luxemburgués ha dibujado cuál es el futuro de la compañía, presentando su plan de lanzamiento de nuevos satélites para los próximos meses. Y, pese a que esto es una buena noticia, también podría tener consecuencias a la hora de disfrutar de nuestro contenido favorito, puesto que se podrían aplicar restricciones geográficas. Te contamos los detalles.
En España, la mayoría de las antenas satelitales están orientadas a Astra 19.2E, considerada una posición orbital clave. Hasta ahora, el satélite Astra 19.2 se encargaba de ofrecernos una amplia variedad de contenidos para nuestra televisión, permitiéndonos, además, acceder a ellos en varios idiomas. Los satélites Astra se utilizan para poder emitir tanto en HD como en UHD.
Los satélites de Astra que operan actualmente en la posición orbital 19.2º prestan servicio a 118 millones de hogares, lo que se traduce en un 43% del total de hogares europeos con televisión. La mayoría de los hogares con satélite en Alemania, Francia y España reciben contenido por medio de los satélites Astra, según la propia compañía.
Sin embargo, la que es considerada como la segunda compañía mundial del sector, ha decidido renovar la flota de satélites que enfocan hacia esta posición. El objetivo es mantener los servicios premium que actualmente ya presta a sus clientes de vídeo europeos, al mismo tiempo que busca captar nuevas oportunidades en la región.
El anuncio ha causado cierta preocupación, puesto que este movimiento podría suponer el fin de las retransmisiones tal y como las conocemos en la actualidad. Los operadores, en función de sus políticas, podrían llegar a aplicar ciertas restricciones a nivel geográfico que podrían tener gran impacto en nuestro día a día.
Renovación de flota
Una vez realizado el anuncio, la compañía ha presentado las dos naves que reemplazaran los servicios que actualmente están prestando: Astra 1KR, Astra 1L, Astra 1M y Astra 1N. A partir de ahora, toda su actividad quedará recogida a través de Astra 1P y Astra 1Q.
En su conjunto, ambos satélites «facilitarán las operaciones de distribución de contenidos en los principales canales europeos y ofrecerán servicios de conectividad en el continente«, afirmó Astra.
En el primer caso, el Astra 1P se encargará de proporcionar una amplia gama de servicios en toda Europa y está basado en la plataforma Spacebus Neo. Se trata de un satélite clásico de haz amplio de cobertura que reforzará los servicios de televisión de SES. Este satélite permitirá a los propietarios de contenidos de Alemania, Francia y España continuar retransmitiendo canales de televisión por satélite con la mejor calidad de imagen, además de ser mucho más rentables.
Mientras que el modelo Astra 1Q es un satélite digital de nueva generación con un mix de haces amplios y focalizados. Una de sus características es que la flexibilidad que ofrece permite que sea más sencilla su implementación en otras posiciones orbitales. Por lo que, en un futuro, será mucho más fácil poder responder a las demandas dinámicas de sus clientes de datos y vídeo. Ambos satélites mencionados previamente dispondrán de vigas direccionales Astra 2E, Astra 2F y Astra 2G. Es decir, 28,2º Este y Eutelsat 9B.
«Los dos nuevos satélites tendrán la resiliencia y la fiabilidad que necesitan nuestros clientes de vídeo, y brindarán servicios premium de manera continuada desde su lanzamiento hasta bien entrado el año 2040”, afirmó Steve Collar, el por aquel entonces CEO de la compañía, en el año 2021.
Restricción de servicios
Sin embargo, y pese a que en un principio este servicio podría suponer una buena noticia, la realidad es que su anuncio no ha sido todo lo positivo que se esperaba, como anticipábamos previamente. La razón la encontramos en que los diferentes organismos de radiodifusión que aprovechan su señal podrían tener la posibilidad, en adelante, de establecer límites en el alcance de sus emisiones de manera geográfica. De este modo, el contenido podría restringirse en diferentes países, en función de las políticas de cada operador.
Los usuarios de Movistar Plus+, por ejemplo, se podrían encontrar en la situación descrita previamente. Pudiendo encontrarse ante la situación de que sus retransmisiones para el mercado español pudieran estar disponibles en exclusiva en el interior de nuestras fronteras, no siendo posible acceder a ellas desde cualquier otro país de nuestro continente.
Al igual que ocurriría en el sentido inverso: es posible que muchas plataformas que hasta este anuncio estaban disponibles para poder ser visualizadas desde nuestro país, próximamente comiencen a dejar de prestar servicios, con el prejuicio que ello podría llegar a suponer en materia de experiencia de usuario.
Lo que está claro es que el satélite no es el futuro para España, al menos en lo que a televisión de pago se refiere. Solo conocemos una iniciativa para lanzar una nueva plataforma a finales de año, pero todavía es muy escasa y confusa la información al respecto.
