Izaña 1, la estación láser pionera que limpiará la basura espacial desde España

Con la combinación perfecta de altitudes elevadas y cielos limpios, las islas Canarias son uno de los mejores lugares del mundo para la astronomía. Son múltiples los proyectos que se desarrollan en la isla de Tenerife, y uno de ellos, dedicado a la eliminación de residuos espaciales, ha recibido la autorización operativa tras meses de pruebas.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) llevan colaborando durante años en multitud de proyectos, principalmente desde la Estación Óptica Terrestre (OGS) de la ESA, parte del Observatorio del Teide del IAC, se encuentra en Tenerife, a unos 2.400 m sobre el nivel del mar, y lleva funcionando desde 1997. Cuenta con un telescopio de 1 m de apertura y equipamiento para el envío y la recepción de haces láser.
Eliminar la basura espacial con láser
La estación telemétrica láser Izaña 1 (IZN-1) en Tenerife es la primera de su tipo. Construida por la empresa alemana DiGOS, se ha probado su uso en la “detección de objetos de desecho mediante láser”, una técnica cuyo objetivo último es sacar fuera de órbita pequeños residuos espaciales.
En la actualidad, el láser funciona a 150 mW, pero pronto se actualizará para que también pueda rastrear objetos de desechos mediante un láser infrarrojo mucho más potente con una potencia promedio de 50 vatios. «Actualmente, solo los satélites equipados con retrorreflectores pueden ser rastreados desde la estación de Izaña de la ESA, lo que representa solo una proporción de la población total», ha explicado Clemens Heese, director de Tecnologías Ópticas.
Además, esta estación cumplirá una doble función. Controlada a distancia, también se puede utilizar para comunicaciones ópticas y pretende convertirse en un sistema robótico totalmente autónomo de última generación.
Se espera que sea el primero de muchos en todo el mundo. Esto permitiría, bajo el programa de seguridad Space Safety, soporte para evitar colisiones y proporciona un banco de pruebas para nuevas tecnologías sostenibles como la transferencia de impulso láser o la coordinación del tráfico espacial.
El sistema de seguridad de Izaña 1
Con un láser apuntando al cielo, probablemente muchos se pregunten qué medidas de seguridad incorporan para no incidir en vuelos comerciales y otras operativas espaciales. Los láseres utilizados para el seguimiento de escombros y satélites se basan en tecnología de pulsos cortos de luz en el objetivo, determinando la distancia, la velocidad y la órbita de cada uno con precisión milimétrica, calculada a partir del tiempo que tarda en completar el viaje de regreso.
La determinación precisa y rápida de la ubicación, la velocidad y la órbita de los objetos espaciales será vital, y la estación IZN-1 de la ESA proporcionará un banco de pruebas muy necesario para el desarrollo de esta tecnología, mucho más precisa que los métodos de radar actuales.

Estos rayos láser no pueden atravesar, pero sí dañar los instrumentos ópticos sensibles en los satélites que orbitan la Tierra y también se deben considerar las trayectorias de los aviones:
«Si los rayos láser impactan en los aviones, pueden ser muy peligrosos, ya que los pilotos pueden distraerse y, en el peor de los casos, perder el control», explica Andrea di Mira, ingeniero de optoelectrónica de la ESA. «Somos muy, muy cuidadosos de que esto no suceda, con un conjunto de sensores que escanean el cielo en busca de aviones para garantizar que nuestros láseres no se acerquen ni remotamente a ellos».