Francia ya arrancará este curso con la prohibición de los móviles en los centros educativos, y España quiere imitar la medida del país vecino con la intención de disminuir la adicción digital de los estudiantes. Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional, ha señalado que por el momento hay posturas enfrentadas respecto a esta posibilidad de prohibir los teléfonos inteligentes en los centros educativos. Pero el Gobierno considera que ‘es una cuestión interesante y a estudiar’, porque hay demasiados adolescentes adictos a la tecnología.
Se abre con esto el debate sobre si el tiempo escolar tiene que estar libre de móviles, o no. La ministra reconoce que ‘en algunos casos el móvil ayuda’, pero que hay que valorar si prohibir el smartphone en los centros serviría para disminuir la adicción digital. No es la primera vez que se abre el debate sobre el móvil y los colegios, o los institutos, y siempre ha sido complicado encontrar un punto de acuerdo para las diversas opiniones. Por el momento, se pueden llevar los móviles a los centros de estudios, pero con la normativa interna se suele prohibir su utilización en las aulas y, sobre todo, en exámenes.
Menos memoria en el sistema educativo y ¿adiós a los móviles? El Gobierno planea novedades para mejorar la educación
La ministra de educación ha señalado que las intenciones del gobierno pasan por descargar de contenido los planes educativos; se pretende sustituir el sistema de memorización actual en favor de otros sistemas que activen más el aprendizaje. El desafío para la educación, ha explicado la ministra, no es aumentar contenidos para un aprendizaje memorístico, porque ya tenemos Google y las redes para ello. Se persigue una escuela más flexible y moderna, incorporar elementos qu requieran un proceso de aprendizaje para hacer significado. Isabel Celaá quiere una escuela que ‘sepa hacer que el estudiante aprenda aprendiendo‘ a tener destrezas y desarrollarse en el mundo en que vivirá.
La postura de la ministra de educación es, cuanto menos, curiosa. Aún sigue sin apreciarse el potencial de la tecnología para la educación, según estas intenciones del Gobierno de prohibir los móviles en los centros educativos, pero al mismo tiempo se le reconoce esta característica persiguiendo una escuela menos memorística, y apoyada en tecnologías como los motores de búsqueda o las enciclopedias online.