Análisis y opinión de la Nintendo Switch ¿convencerá a los jugadores de siempre?
Ayer mismo tuvimos la oportunidad de probar la Nintendo Switch en una sesión que nos permitía un primer acercamiento tanto al hardware como al software de la consola de Nintendo que se va a lanzar el próximo 3 de marzo y, en todo momento, la pregunta que nos hicimos ¿va a convencer a los jugadores de siempre?
Ya ha pasado por nuestras manos la esperada consola de la empresa de Kioto que se presentaba el pasado 13 de enero, momento en el que ya os contamos todas y cada una de las características de la Nintendo Switch. Es por ello que nos vamos a centrar en las sensaciones que nos ha ofrecido la consola en las dos horas largas que pudimos estar probando tanto el hardware como su software de lanzamiento.
Antes de continuar, os invitamos a que, además de leer nuestras impresiones os paséis por la web de los compañeros de Topes De Gama, quienes también nos acompañaron en esta prueba y que, dado que son los especialistas en el vídeo, muestran en su canal de YouTube unas primeras impresiones con la consola que siempre podéis comparar con las nuestras.
Opinión de la Nintendo Switch ¿qué sensaciones ofrece su hardware?
Antes de ponernos a jugar, la Nintendo Switch pasó por nuestras manos y lo cierto es que nos dejó sensaciones diferentes por momentos. En primer lugar, se trata de un dispositivo mucho más ligero de lo que nos esperábamos. Más allá de los gramos que marca en la báscula, lo que se nota es un equilibrado realmente conseguido de todo el conjunto cuando tiene los Joy-Con conectados. La ergonomía del conjunto está fuera de toda duda.
Sin embargo, si le damos una de cal, también tenemos que dar una de arena. El tacto de la Nintendo Switch da sensación de ser una consola «frágil», como de un plástico que puede romperse con facilidad. Pero al menos Nintendo ha pensado también en sus puntos más débiles. El soporte que veis en las fotos y permite que se mantenga sobre una superficie, y que esconde la ranura de la microSD, es quizás el elemento más débil pero es desmontable, en previsión de que si se instalaba una bisagra se rompería fácilmente.
Pero quizás lo más característico de esta nueva consola de Nintendo son sus mandos, los Joy-Con. Realmente son la esencia y la salsa del equipo y se nota que es donde realmente se ha centrado la empresa para el desarrollo de la consola. Con uno en cada mano o sólo uno (ya que hay juegos que no necesitan mas), de nuevo la palabra que nos viene a la mente es ergonomía. Se adaptan perfectamente y los juegos que están pensados para controlarlos con ellos o moviéndolos, es sinceramente genial usarlos.
En especial destaca el nuevo sistema de vibración HD, presente también en el mando Pro. Es tremendamente preciso y transmite las sensaciones como ninguno. El problema, que al final es una cualidad que tienen que aprovechar los desarrolladores en sus juegos y nos da la sensación que la única que gastará tiempo y dinero en ello va a ser Nintendo.
Si bien cuando los usamos como mandos de la Switch, los Joy-Con se adaptan perfectamente a nuestra mano – y precisamente quien suscribe no tiene «zarpas» pequeñas – el problema viene cuando se usan como «mando» independiente para juegos como Mario Kart. Sin el cordón con el accesorio supletorio es casi imposible pulsar cómodamente los botones traseros, por lo que es harto improbable que los usemos sin el – afortunadamente, vienen incluidos en el pack inicial, si no, sería un gran punto negativo -.
Completando el repaso al hardware nos detenemos en la base que conecta la consola al televisor. Es literalmente, un «hub» de conexiones y nada más (no pocos lo llamarán «el cacho-plástico» no sin razón). Tenemos tres USB 2.o (uno interno y dos externos) para los discos duros que se pueden conectar, el de carga por USB Type-C y el HDMI. No aporta ningún tipo de mejora gráfica, simplemente al tener la consola conectada a la corriente y con la salida HDMI, se muestran los gráficos en 1080p. La razón no es otra que cuando los componentes internos de la consola detectan que se encuentra en el dock, funcionan a una mayor potencia – como nos confirmaron desde Nintendo -.
La carga, tanto para la base como para la consola, se hace mediante un cargador de los que podemos usar para un tablet, con 2.4A y 5V. Es decir, que si tenemos uno por casa, también lo podremos utilizar siempre que cuente con un cable USB Type C.
La hora de la verdad ¿es divertido jugar con la Nintendo Switch?
Al final, el hardware puede ser muy prometedor, pero donde se juega la partida, y nunca mejor dicho, es con los juegos. En la ronda que dimos, siempre con consolas aún «dev», es decir, no finales, pudimos probar «1,2..Switch», ARMS, Mario Kart 8 Deluxe, Splatoon 2 y The Legend of Zelda: Breath of the Wild.
Empezando por 1,2… Switch, es un título divertido pero al igual que fue Wii Sports o Wii Party, no deja de ser una serie de minijuegos que tienen como gran objetivo mostrarnos todas las posibilidades de la consola. Bien es cierto que el concepto «no hace falta mirar a la pantalla» es interesante, pero no creemos que pase de ser una anécdota para un par de fiestas con los amigos – y dado que no viene incluido con la consola… veremos cuantos se gastarán los cerca de 50 euros en el título -.
ARMS ya es harina de otro costal. Se trata de un título de lucha que lo que realmente hace es mostrarnos la precisión del nuevo giroscopio de los Joy-Con. Podría parecernos un «Wii Boxeo» mejorado pero es bastante más. A poco que conozcamos las mecánicas empezaremos a trazar estrategias, golpes curvos, guardias y combos. Es realmente divertido y tiene un potencial online innegable. El problema… un combate es bastante cansado por lo que las sesiones serían limitadas a nuestro aguante físico – un par de ronda hacían sudar al más pintado en el evento -. Nintendo lo sabe y habrá posibilidad de mover a los personajes con los sticks para no tener que estar «danzando» ante la pantalla si no queremos.
¿Qué podemos decir de Mario Kart 8 Deluxe? Pues que es el gran puntal de la consola. Es quizás el título que mejor se adapta al concepto sobremesa «portable». Ya sea conduciendo con la Nintendo Swich en modo portátil, con el mando Pro, los Joy-Cons de manera independiente o con el volante – quizás el menos preciso de los controles -, es genuinamente divertido. La posibilidad de conectar hasta 8 consolas en red local, además del online, vaticinan que el juego, como no podía ser menos, será un éxito.
Llegamos a otro en el que el online es la clave, Splatoon 2. El único handicap para los jugadores menos Pro – dado que los que lo son, nos dijeron que abogan por el control por movimiento – es tener que apuntar moviendo el mando o, peor, la consola entera si estamos con ella en modo portátil. Por lo demás, si te gustó el primero, las premisas se mantienen y mejoran.
Pero, el verdadero plato fuerte fue Zelda: Breath of The Wild. Probamos la demo que se vio en el E3 2016 para Wii U pero, ahora, en Nintendo Switch, y podemos decir que a la saga que ahora dirije Aonuma le ha sentado muy bien el mundo abierto. Es cierto que, de momento y nos reservamos la opinión hasta ver la versión final, la pradera de Hyrule está bastante vacía pero desde el principio hay cosas que hacer. Tampoco deja de ser verdad, que casi todo es interactivo – por ejemplo, si nos equipamos con un hacha, podemos dejar sin árboles la pradera -.
Pese a que los vídeos están doblados, que nadie se lleve a error, las conversaciones entre los personajes durante el juego siguen siendo texto y, de momento, Link no dice ni una palabra. Artísticamente el juego es una delicia… pero gráficamente no tanto y, de hecho, se ven mejor las 720p en la pantalla portátil que las 1080p en una Smart TV.
Al ser el más exigente en este aspecto es también en el que probamos el paso «en caliente» entre el modo de juego en TV y el portátil… dejándonos asombrados lo transparente que es. Sólo se puede decir que es tan sencillo como Nintendo lo pantea, quitar y poner la consola. Nada más y nada menos.
En resumen ¿Nintendo Switch vale la pena?
No queremos ser deterministas ya que realmente una prueba de 2 horas, con consolas aún de desarrollo y juegos que en muchos casos no pasaban de ser una demo, no es definitiva. Pero si que creemos que las sensaciones básicas de la consola ya las tenemos.
La propuesta de consola de sobremesa «portable», es muy potente. Cambiar entre el juego en la televisión y en la mano es, sencillamente, algo nunca visto. Se puede criticar la duración de la batería, entre 3 y 6 horas aproximadamente, pero recordemos que portátiles como la 3DS o la PS Vita rondan las 4 o 5 horas. Es clave, sin embargo, el sistema de ahorro energético de la Switch en stand-by, tan conseguido en estas dos. Tampoco hay que olvidar que la batería de la Switch ronda los 5.000 mAh, y gracias al USB Type C, podemos conectar una batería externa que duplique o triplique esta capacidad rápidamente.
Por otra parte, si pensamos en sus dos facetas, sin duda se trata de una consola portátil extraordinaria... pero una sobremesa normalita. Hay que hacer concesiones, sobre todo, en la potencia y eso repercute en la espectacularidad de los títulos. Aún nos queda ver el apoyo de las third parties porque, no lo neguemos, un FIFA o un CoD de sobremesa, aunque sean un poco menos cargados de gráficos pero que nos podamos llevar en el bolsillo a cualquier lado ¿a quien no le puede gustar esa idea?
Finalmente, está el problema del catálogo para quien se la quiera comprar de lanzamiento. Se ha prometido un juego «tope de gama» cada mes, pero de momento, las perspectivas que hay de aquí a fin de año, a no ser que la artillería preparada para el E3 2017 sea espectacular, se basa en las licencias propias de la empresa de Kyoto y poco más. Cómo siempre, ser un «early adopter» tiene sus riesgos y juegos interesantes hay, pero depende de cada uno si van a ser suficientes hasta final de año en el que llegará Super Mario Odissey y, sin duda, toda la avalancha de cara a la primera Navidad de Nintendo Switch.