Aunque no lo veremos esta vez en el Mobile World Congress 2017 en Barcelona, sino algo más tarde, ya se ha filtrado la primera foto del Samsung Galaxy S8, que debería lanzarse según la misma información el 18 de abril. Es decir, que este año no habrá tanta distancia en fechas con respecto al iPhone 8, que se espera sea uno de los nuevos lanzamientos de Apple junto a dos versiones, también, del iPhone 7. Y tampoco se esperan tantas diferencias en algunas de sus más importantes evoluciones en términos de diseño, como es la pérdida de botón físico que afectaría tanto a los terminales de Apple como al ‘buque insignia’ de Samsung.
En contra de gran cantidad de fabricantes de teléfonos inteligentes, Samsung y Apple han mantenido un factor común: el botón físico justo bajo la pantalla, en la parte frontal. Y a diferencia de Apple, que sólo mantenía uno circular con el sensor Touch ID para huellas dactilares, Samsung ha mentenido uno con idénticas funciones y rectangular, además de otros dos capacitivos a cada extremo. Según las filtraciones más recientes, el Samsung Galaxy S8 será el primer móvil del fabricante que abandone los botones en el frontal para acoger el sensor de huellas dactilares en la propia pantalla, igual que el iPhone 8, pero con la diferencia de que Samsung apostará también por el escáner de iris que ya había estrenado el Samsung Galaxy Note 7.
Samsung Galaxy S8 y iPhone 8 abandonarán los botones en el frontal, ahora con pantalla más grande
Como hemos podido ver con el Mi Mix de Xiaomi –aunque no es el único-, eliminar los botones en el frontal permite aprovechar la superficie para una pantalla más grande. Es decir, permite la construcción de teléfonos inteligentes más compactos, en tanto que se aprovechan más sus dimensiones con una proporción más alta de pantalla en relación a la superficie. Pero en este movimiento hay varios factores clave, como es la eliminación del conector minijack 3,5 mm que Apple ya ha hecho con el iPhone 7 –y se mantendrá-, y la utilización de paneles OLED más delgados. En este sentido es Samsung la que lleva la delantera, pues lleva aprovechando los Super AMOLED desde varias generaciones atrás.
Con estos puntos clave se podrán construir –y así serán los Galaxy S8 y iPhone 8- móviles más delgados y ligeros, y sobre todo aprovechando mejor la superficie frontal. Pero es importante también la introducción de los sensores de huellas dactilares ultrasónicos, de tal manera que se coloque justo bajo la pantalla, y no sea necesario un botón físico para ello. Y mientras tanto, lo que sí va a diferenciar enormemente al Samsung Galaxy S8 de su rival de Apple, el iPhone 8, es que Samsung mantendrá su apuesta por la curvatura dando una mejor sensación al tacto, y aprovechando este factor de forma a través de software para dar utilidades adicionales a la pantalla de triple cara.