El establecimiento de llamada y la cuota de línea, lejos de desaparecer, suben de precio
Existen dos conceptos que nos cobran todos los meses las operadoras que resultan complicados de entender por muchas veces que nos los expliquen. Además, no han parado de subir durante 2015 y están muy lejos de desaparecer tal y como se esperaba. Supongo que habréis adivinado ya que nos referimos al establecimiento de llamada y la cuota de línea.
Los operadores tienen claro que las tarifas móviles que facturan las llamadas por minuto y las tarifas de Internet que no incluyen el móvil y la televisión, es decir, las no convergentes, les interesan muy poquito. Durante todo el 2015 se han producido preocupantes movimientos que obligan a los usuarios a optar por tarifas con minutos incluidos o paquetes combinados ya que la opción independiente es mucho más cara.
Esto podría ser aceptable si se hubiera planteado de otra forma pero no con los sutiles movimientos realizados con cada actualización de tarifas. Actualmente, tenemos una operadora que factura el establecimiento de llamada, ese canon fijo que pagamos dure lo que dure la comunicación, a razón de 38 céntimos. Es el caso más extremo pero no el único. Euskaltel fijó el concepto en 24 céntimos y Jazztel hizo lo propio al establecerlo en 29,9 céntimos.
¿Nos obligan a pasar de las tarifas por minutos?
Los cambios realizados por los operadores nos obligan (en cierta forma) a dejar de lado las tarifas por minuto. Todos los grandes operadores han situado el establecimiento de llamada en 20 céntimos, lo que hace que dure lo que dure la comunicación tengamos que pagar ese peaje. Incluso las tarifas de 0 céntimos, que con tanto bombo se anuncian, dejan de tener interés cuando uno se para a analizarlas en profundidad.
¿La solución? Para los operadores está clara: quieren que contratemos tarifas con minutos incluidos o tarifas con llamadas ilimitadas. Sólo tenemos que echar un vistazo a las ofertas que más se publicitan para ver donde está su foco de interés. Además, las tarifas de 0 céntimos suelen ir acompañadas de los bonos de datos más bajos, haciéndonos dar el salto a modalidades más caras con más megas aunque no necesitemos llamar.
Lo más preocupante de todo es que somos el único país de Europa donde se sigue aplicando este concepto y que, además, no para de subir el precio. El problema, tal y como nos explica la CNMC, es que se trata de un concepto que no está regulado y que los operadores pueden manejar a su antojo. ¿Por qué no está regulado como sí lo están el resto de cosas de este sector? Piensa mal y acertarás…
¿Y qué pasa con la cuota de línea?
La cuota de línea es el otro concepto polémico que los operadores llevan utilizando durante muchos años y que siempre se ha ocultado con el objetivo de hacer parecer más baratas las ofertas de lo que lo son en realidad. Actualmente, se sigue sin obligar a los operadores a mostrar el precio final con la cuota de línea aunque tenemos el consuelo de que, al menos, nos enseñan el precio con el IVA incluido, algo impensable hace años.
Hace tiempo que vemos como los operadores muestran los conceptos por separado para intentar hacer parecer más económicas sus ofertas. En 2010 nos hacíamos eco de la decisión de ONO de separar la cuota de línea de sus ofertas para parecer más económicas. De esta forma, la cablera quería defenderse del crecimiento que tenían en aquel momento rivales como Movistar, Jazztel o Vodafone.
Precisamente, Jazztel ha protagonizado la última subida relativa a este concepto. La operadora ha aplicado una subida de 1,30 euros haciendo que el coste mensual de la cuota de línea pase a ser de 19,34 euros. Esta subida se aplicará solamente a los clientes de ADSL, lo que ha disparado las suspicacias sobre las intenciones de la operadora para forzar a los clientes a dar el salto a la fibra óptica.
También son muchos los que apuntan a que el interés de las operadoras está en las tarifas convergentes, donde la cuota de línea está incluida. Está claro que este tipo de empaquetados les beneficia y lo cierto es que existen pocas diferencias de precio con respecto a los productos por separado. Los paquetes combinados ya incluyen la cuota de línea y restan atractivo al resto de los productos.
No interesa contratar, por ejemplo, una conexión de fibra óptica de Movistar de 300 megas que cuesta 41 euros + 17,40 euros de cuota de línea (58,40 euros) mientras que por 59 euros, precio final, tenemos la misma conexión con un móvil con 1GB y 200 minutos y acceso a Yomvi. Un sinsentido desde el punto de vista del consumidor.
Tanto la cuota de línea como el establecimiento están lejos de desaparecer pero sí se seguirán utilizando con el fin de orientar a los clientes hacia las ofertas que les interesan a las operadoras. Debemos estar preparados ya que 2016 será otro año de subidas y veremos como estos dos conceptos también aumentan su precio.