Si eres de esas personas que está cansada de tener un móvil lento y esperar segundos interminables cada vez que lanzas una aplicación en el móvil, navegas en Internet, vas a mirar tu agenda de contactos o simplemente no puedes jugar a ningún juego en condiciones, te explicamos cuales son las causas a las que puede deberse el bajo rendimiento de tu smartphone.
Cuando nuestro móvil ya está en las últimas tras muchos años de servicio, puede que su rendimiento esté a años luz de lo que fue cuando lo sacamos de la caja el primer día. Tener un móvil más o menos lento depende de muchos factores, algunos de ellos en parte evitables por nosotros mismos por lo que vamos a ver alguna de las causas que pueden convertirlo en el objeto de nuestras iras.
Una de las principales causas de que nuestro teléfono móvil funcione a “cámara lenta” es el exceso de apps instaladas en él. Es común que dado la facilidad a la hora de descargarlas y que muchas de ellas sean gratuitas, el hábito de bajar e instalar sin acordarnos de borrar todo lo que no necesitemos, puede hacer que nuestro teléfono al final se vea desbordado. Si como sucede en muchos casos, abrimos aplicaciones y las dejamos ejecutándose en un segundo plano, esto puede acabar con los recursos del teléfono, sobre todo en equipos más limitados en cuanto a memoria RAM y CPU.
Otra de las principales causas de un mal funcionamiento del teléfono son los virus que pueden haber infectado nuestro dispositivo. Aunque iOS no tiene una base de amenazas tan extensa como Android, ningún SO móvil se queda libre de riesgo con lo que la infección de toda clase de malware puede provocar que el rendimiento general se resienta. La mala noticia es que los antivirus móviles no son demasiado eficientes y conviene más controlar los permisos que otorgamos a las aplicaciones que instalamos, y qué clase de archivos descargamos al terminal.
Actualizar el SO móvil no siempre es buena idea
Por norma general, tener actualizado nuestro sistema operativo es la mejor idea de cara a contar con las últimas novedades del sistema operativo en nuestro teléfono móvil. No obstante, el nuevo software puede incluir funciones pensadas para dispositivos con componentes más potentes con lo que nuestro smartphone quedaría obsoleto para seguir ejecutándolo.
Tanto Apple como Google avisan de la compatibilidad de terminales pero el problema llega cuando actualizamos en teoría a una versión compatible en un móvil más viejo, dándonos cuenta de que quizás es mejor contar con más fluidez en la versión anterior. Por último, si nuestro móvil tiene unos componentes más discretos -escasa memoria RAM, un procesador más limitado, poco espacio de almacenamiento interno…-, el rendimiento tampoco podrá ser nunca del todo satisfactorio.