La compañía nipona Sony, según explican en un comunicado, está actualmente desarrollando sus primeras gafas inteligentes al estilo Google Glass. Se trata de un «compacto módulo visor con una única lente» que, al igual que las Google Glass, se acopla en cualquier gafa y la convierte en un dispositivo inteligente.
Tendremos aún que esperar a enero, concretamente al CES 2015, para conocer todos los detalles de las primeras gafas inteligentes de la compañía nipona Sony, pero mientras tanto han querido hacernos más amena la espera desvelando algunos de los detalles de su desarrollo. En primer lugar, han querido destacar que se trata de un dispositivo compacto y ligero, por lo que parece plantearse como perfecto para acoplarse a cualquier gafa, ya sean gafas de sol o gafas de ver. En cuanto a sus especificaciones técnicas, el visor viene equipado con una «micro pantalla» OLED de alta resolución, pero aún Sony no ha señalado con precisión cuáles son las dimensiones de la misma y la resolución concreta.
Según la primera imagen conceptual que Sony nos ofrece y que podréis ver a continuación, el dispositivo se plantea algo más grande que la última «Explorer Edition» de las Google Glass, aunque lo fundamental será que se mantenga equilibrado en el peso, no sólo por «cantidad», sino por distribución también. Como cabía esperar, además de la pequeña sub pantalla que no interfiere en nuestro campo de visión, este módulo para convertir nuestras gafas en un dispositivo inteligente montarán su propio procesador y hardware típico de dispositivos móviles, así como un módulo para la conectividad Bluetooth 4.0 LE y una cámara principal.
Teniendo en cuenta que se presentarán el próximo mes de enero, aunque Sony no ha comentado nada al respecto, contamos con que podrían estar disponibles a partir de marzo o abril. En cualquier caso, será en el CES 2015 cuando conozcamos todos los detalles y, sobre todo, el precio al que llegarán al mercado. Mientras tanto, las Google Glass no parece que vayan a ser lanzadas antes que este módulo de Sony, por lo que la compañía nipona podría tener a los desarrolladores en su favor, lo que marcará la diferencia en un mercado que aún ni siquiera ha nacido: el de las gafas inteligentes.