La Comisión Europea se ha mostrado preocupada por la situación actual del despliegue de fibra óptica. Por ello, estudia que los operadores que inviertan en esta tecnología, puedan “jugar” con el precio de acceso que cobran a terceros operadores. La Comisión cree que esto es crucial, ya que los propietarios de estas redes necesitan contar con nuevas vías de ingresos más previsibles.
Desde Europa creen que los operadores de telecomunicaciones tienen poca flexibilidad cuando se trata de experimentar con las tasas que pueden cobrar al resto de operadores por alquilar el acceso a sus redes de nueva generación. Por ello, defienden que deberían existir casos donde se alentara la inversión en fibra gracias a conceder al inversor la capacidad de experimentar con los precios de acceso .
Defienden que el objetivo de esta medida es únicamente aumentar la confianza de los inversores y animarlos a apostar por esta tecnología. Los propietarios de las redes, explica la Comisión Europea, deberían contar con nuevas vías de ingresos más previsibles. De esta forma, los operadores alternativos también tendrían precio más previsibles a la hora de acceder a estas redes.
La falta de financiación pública hace necesario que se apuesta por las empresas privadas para potenciar el desarrollo de redes de próxima generación, por lo que es vital que las compañías tengan un sistema estable y consistente. Todo ello ha sido defendido por Neelie Kroes, la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y responsable de Agenda Digital.
Se calcula que la inversión necesaria en la Unión Europea es de entre 100.000 y 270.000 millones de euros para generalizar el acceso a la banda ancha. La Comisión formalizará una serie de principios más estrictos que ayuden a alentar la inversión de las operadoras de telecomunicaciones. Por último, ha prometido una normativa sobre fibra que refleje la realidad del mercado.