Crean una batería móvil que tarda 5 segundos en cargarse

Crean una batería móvil que tarda 5 segundos en cargarse

Redacción

El futuro de las baterías móviles puede pasar por la aplicación de una nueva tecnología desarrollada en la Universidad de California Los Angeles (UCLA). Gracias a ésta bastarían apenas 5 segundos para recargar dispositivos como los smartphones, que tienen en su batería su principal talón de Aquiles.

En los últimos años hemos visto cómo los smartphones mejoraban su capacidad gracias a una impresionante evolución de sus componentes. El procesador, su chip gráfico, la pantalla o la cámara han sufrido importantes mejoras mientras que un elemento tan importante como la batería quedaba estancado y se confirmaba como el gran punto débil de estos dispositivos. Así, nos encontramos que una gran parte de los smartphones actuales apenas ofrecen autonomía para un día por cada recarga. Sin embargo, esta situación incómoda para los usuarios podría solucionarse a medio plazo.

Gracias a una nueva tecnología desarrollada en la Escuela Henry Samueli de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de California Los Angeles (UCLA), las baterías móviles podrían recargarse en cuestión de segundos. Estaríamos ante un nuevo modelo de batería con importantes ventajas. Su velocidad de carga se vería multiplicada de una forma considerable, entre 100 y 1.000 veces más rápido que con las actuales, a lo que hay que unir su reducido tamaño, con un espesor de apenas una capa de un átomo de carbono.

La clave de su desarrollo es el grafeno, un material que se sitúa como referencia de la tecnología en el futuro. Como explica Richard Kaner, profesor perteneciente al equipo de investigadores del proyecto, el proceso de fabricación de estas baterías «es sencillo, rentable e incluso se puede hacer en casa». «Uno solo necesita una grabadora de DVD y óxido de grafito disperso en agua, que está comercialmente disponible a un costo moderado», señaló el investigador.

No obstante, el objetivo de este grupo de investigación pasa por trabajar hombro con hombro con fabricantes de móviles para poder producir sus microsupercondensadores en masa, algo que no debería ser demasiado difícil dada la imperiosa necesidad de las compañías de dar un salto cualitativo en estos componentes. Cabe subrayar que gracias a su escaso tamaño su integración en smartphones no supondría un aumento en sus dimensiones, por lo que parece adaptarse a la perfección a lo que estas firmas buscan.

Así pues, una esperanzadora noticia que esperamos llegue a buen puerto en cuestión de meses. No es la primera vez que conocemos una tecnología con estas ventajas, pero esperamos que ésta vez sí se consiga una aplicación práctica en el mercado. Sus creadores parecen bastante optimistas al respecto. ¿Habrán dado con la revolución que marcará el devenir de las baterías durante los próximos años?

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