A Microsoft le sale caro su cambio de estrategia: las ventas de Xbox se desploman frente a las de PS5, que ya superan a PS4

Microsoft está tomando otro rumbo totalmente diferente al de su competencia directa y está apostando fuertemente por ofrecer un servicio de juego en la nube en vez de enfocarse en la venta física de sus máquinas de nueva generación. Lo cierto es que la gama de Xbox Series no está obteniendo las ventas esperadas y comienza a confirmarse un desajuste en el negocio de consolas por parte de la compañía norteamericana en detrimento de los buenos resultados cosechados por Sony con PS5.
El desmesurado gasto en la adquisición de desarrolladoras para formar el mayor conglomerado de empresas de videojuegos de toda la historia no está dando sus frutos. De hecho, es lo que toda multinacional desearía, incluidos los fanáticos de la marca, para ofrecer juegos exclusivos. Pero los de Redmond continúan sin plantar cara a sus pérdidas millonarias debido a la mala racha de ventas que están alcanzando tanto la Xbox Series X como la Xbox Series S en comparación con el mismo periodo de la generación anterior.
Las esperanzas de Microsoft que estaban puestas sobre la mesa para mejorar sus expectativas de cara a estos últimos años, se acaban desvaneciendo, y su futuro pasa por potenciar el juego en la nube con su servicio estrella Xbox Game Pass, que hoy en día cuenta con una enorme aceptación por parte de su comunidad y a la cual pueden acceder otros usuarios que no hayan adquirido una consola Xbox, ya que se puede disfrutar en plataformas como PC, la app de Xbox en Smart TV y móviles e incluso en el Amazon Fire TV, entre otras.
Esta decisión ha provocado que se cuestione la idea de si habrá o no más lanzamientos de Xbox en los próximos años.
Unas cifras que no hacen sombra a PS5
Parecía que el lanzamiento de las nuevas Xbox iban a suponer un soplo de aire fresco para Microsoft, pero en realidad se está convirtiendo en toda una odisea. Durante su aparición en el mercado en 2020, la pandemia fue el punto álgido que provocó el inicio de una crisis de chips impidiendo que la producción de consolas se estabilizara y se limitaran las compras únicamente por Internet, ya que era poco probable que una tienda física contara con stock.
Sin embargo, durante los años sucesivos, Microsoft no ha conseguido remontar y, después de haber superado el ecuador de la actual generación, hace falta un milagro para que sus ventas aumenten hasta el final de ciclo de sus dos consolas. Sin ir más lejos, Mat Piscatella, un analista de videojuegos conocido por sus pronósticos estadísticos en el mercado estadounidense, ha compartido en su perfil de la red social BlueSky los datos más destacados del gasto de consumidores en hardware en diciembre de 2024 concluyendo una disminución del 29 % en EE.UU.
A su vez, el entendedor de la industria ha subrayado que las ventas de Xbox Series X y S se encuentran un 18 % por debajo de las de Xbox One durante sus primeros 50 meses de disponibilidad, mientras que a PS5 le están yendo mejor las cosas, ya que sus ventas están siendo superiores a las de PS4 con un 7 % al alza.
La inexistencia de una consola Pro
El pasado año, Sony sorprendió con el anuncio de una PS5 Pro con mejores prestaciones que la PS5 Slim, con un precio algo criticable, pero Microsoft no logró engatusar a sus usuarios con el anuncio de una consola all digital que no incluía mejoras gráficas y que aumentaba solamente el espacio de almacenamiento, eliminando así la posibilidad de contar con un lector para introducir discos.
Con una rumoreada portátil a punto de ser anunciada y poco más que visualizar en el horizonte, el equipo de Phil Spencer continúa poniendo el foco de atención en Xbox Game Pass y Cloud Gaming, su gran baza que cuenta la exclusividad de títulos propios que aterrizan el día uno con el fin de captar el mayor número de suscriptores.