Los relojes inteligentes tienen un grave problema (que puede tener solución): son muy feos
Los smartwatches no consiguen convencer a todos de la misma manera que lo hacen los smartphones. Muchas personas los consideran redundantes, y ya no solo en el sentido de tener otro ‘cacharro’ conectado a Internet encima, sino a que la abundancia de información en el panel resulta excesiva para la vista.
Los relojes inteligentes tienen muchos adeptos. Aunque también son muchos los que no entienden por qué hay necesidad de tener un smartwatch contando ya con un teléfono inteligente, la realidad es que sus compradores usan el smartwatch como complemento al teléfono para situaciones concretas, como hacer deporte, controlar la calidad del sueño, o poder realizar algunas acciones sin necesidad de sacar el teléfono del bolsillo.
No obstante, muchos estamos de acuerdo en una cosa: por lo general, son bastante feos. Esto puede parecer una tontería, pero no se trata de algo superfluo. Todo depende de la marca, y de gustos personales no hay nada escrito, pero eso no quita que muchos modelos de smartwatch sean simplemente horrendos, sobre todo en comparación con relojes analógicos clásicos que siguen aportando un aire de sofisticación y elegancia en el mundo actual.
Hay personas que, tal y como explican en un hilo viral en Twitter sobre este tema, han llegado a devolver un smartwatch que le han regalado porque les parecen horribles a nivel estético.
Esto puede deberse a varios motivos: hay modelos cuadrados o rectangulares que, a muchas personas, les tiran para atrás, prefiriendo los modelos redondos. Puede deberse a un diseño de la esfera sobrecargado de elementos, avisos o botones (la regla de menos es más sigue muy vigente), o tal vez sea que usan tipografías extrañas o demasiado llamativas.
Reloj inteligente vs analógico
«Son feos. Yo tengo uno que me regalaron en la compra de un celular. Solo lo uso cuando voy a correr, y alguna vez en el gimnasio. Para el diario, uso un Citizen clásico, simple, sencillo», indica un usuario. «Estéticamente son feos, pero son muy útiles, yo que odio sacar el celular en la calle, eso me ayuda mucho, así que no lo dejaré», comenta otro.
Y es que, muchas personas en contra del uso de estos aparatos no solo lo están porque les parezcan feos, sino que el hecho mismo de que la esfera sea una pantalla ya resulta extraño, y no gusta nada a los que buscan la desconexión frente a la tendencia a estar siempre conectados a Internet y las redes sociales.
Vero Teigeiro@VeroTeigeiro@nochaveznada Aparte de feos, sólo aumentan la dependencia a estar conectados. La gente no puede dejar su teléfono, y si a veces medio puede, tiene un cosito en la muñeca que le manda notificaciones para que agarre el celular 🙄 salvo monitorear temas de salud, se me hacen absurdos.21 de septiembre, 2024 • 22:21
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Lo cierto es que, igual que un smartwatch puede ser muy feo, también lo puede ser un analógico, ya que existen infinidad de modelos y estilos. Pero eso no quita que un smartwatch sufra más del pecado de lo sobrecargado: apps, notificaciones, colores fuertes… Elementos que nos deslumbran y nos atosigan en la era digital en la que vivimos, y que pueden empachar la vista si tenemos todo eso siempre en la muñeca.
Cuidado al escoger: atento a sus temas y colores
Como decimos, todo depende del modelo, y de cómo se ajuste al estilo de cada uno. Por eso, hay que ser cuidadoso al elegir, y aunque para nada sea nuestra intención sentar cátedra sobre algo tan subjetivo como la estética, hay un par de aspectos que es bueno tener en cuenta.
- Apariencia mixta: a no ser que seas una persona encantada con el futurismo y la estética ciber, puede ser una buena idea buscar una esfera que no desvele a simple vista que se trata de un reloj inteligente. Presta atención a los temas que soporta el modelo que te interesa, y comprueba si cuando te lo pongas en la muñeca podría dar el pego como reloj analógico.
- Evita lo sobrecargado: incluso si optas por un diseño claramente digital, comprueba si la pantalla es personalizable y puedes establecer un tema minimalista, en el que lo primero que veas sea la hora de manera clara y sin muchos elementos en el menú de desbloqueo. En la pantalla habitual, el reloj debería priorizar mostrar la hora, en lugar de otros fondos o información accesoria con colores chirriantes. Además, si la hora se muestra en pequeño, tendrás que hacer más esfuerzo visual.
- Piensa en el uso que le darás: hay personas que optan por un smartwatch como complemento diario, mientras que otros lo quieren concretamente para hacer deporte. Hay modelos deportivos muy elegantes, como los Garmin, por ejemplo, que bastantes usuarios recomiendan. Pero piensa en si ese reloj dará una apariencia profesional en otros contextos, como en tu oficina o eventos.
- Proporcionalidad: puede quedar raro que el smartwatch tenga una esfera mucho más grande que la correa, o al contrario. La proporcionalidad siempre es símbolo de belleza. Aunque queramos tener una esfera grande para visualizar la información con mayor facilidad, no queremos que llame la atención demasiado.
- Colores adecuados para ti: piensa en los colores que priman en tu armario, en si eres de ropa colorida o de tonos más tenues o apagados. Con eso en mente, escoge un smartwatch que vaya a combinar con tu estilo de vestir.
Como decíamos, los gustos son muy subjetivos, y el reloj que más te guste será el correcto para ti. No obstante, darle una vuelta a estos consejos puede ayudarte a que no te arrepientas después de hacerte con uno (o que la persona a la que se lo regales tenga que ir acto seguido a descambiarlo).