Las cerraduras inteligentes son otra opción para proteger tu casa de robos o intrusos
Cuando hablamos sobre dispositivos de seguridad para el hogar, normalmente siempre nos referimos a videocámaras para el interior o exteriores con conexión a Internet, sensores de movimiento o incluso redes WiFi Mesh que incorporan herramientas de seguridad. Sin embargo, las cerraduras inteligentes no suelen ser mencionadas como opción tan a menudo, pese a estar a nuestra disposición desde hace años y de haber ido mejorando sus capacidades.
Ya hemos hablado anteriormente sobre cerraduras inteligentes o smart locks. Hemos comentado algunos nuevos modelos de Xiaomi, y mencionado algunas marcas que las comercializan, como August, o incluso, la cerradura inteligente de Vodafone, que en 2024 ya no se encuentra en el catálogo de la operadora en España.
Aunque a algunos estas cerraduras pueden recordar demasiado a las de un hotel, hostal o Airbnb, lo cierto es que no son solo útiles para alojamientos turísticos, sino también para nuestra vivienda habitual. Además, no tienen por qué tener un panel de números para meter un código, sino que pueden tener un diseño que se asemeje más al de una cerradura normal para no llamar la atención.
Ahora, regresamos al sector de las smart locks para repasar qué ventajas supone esta tecnología actualmente, qué tipos de cerraduras inteligentes hay y de qué forma pueden complementar un sistema de alarmas o, incluso, servir como sustituto.
Clasificación de smart locks
En primer lugar, vamos a enumerar los distintos tipos de cerraduras inteligentes existen (aunque algunos modelos incorporan varias modalidades en uno):
- Cerraduras Bluetooth
- Cerraduras WiFi
- Cerraduras con clave PIN
- Cerraduras biométricas
- Cerraduras RFID
- Alarmas conectadas a centrales (como la de la empresa Securitas Direct u otras empresas de alarmas)
Las cerraduras WiFi son útiles para poder supervisar desde cualquier lugar, ya sea mediante app móvil, PC o tablet, información sobre los accesos a nuestra casa. Las cerraduras con bluetooth también pueden ofrecernos información, pero esta conectividad implica estar cerca físicamente de la cerradura, por lo que no nos sirve para gestionarla desde cualquier lugar.
Las cerraduras de clave PIN son más simples al funcionar tan solo con este código, pero la falta de otros recursos pueden hacer de esta una peor opción y, además, hacerla más similar a las típicas cerraduras de hotel, algo que puede empeorar mucho la estética de la puerta y, también, causar malestar entre los vecinos. Las cerraduras biométricas son las que se sirven de datos únicos como nuestra huella dactilar, y las cerraduras RFID ofrecen sobre todo comodidad, al abrirse mediante tarjetas o pulseras especiales, evitando así el incordio del uso de las llaves.
Motivos para usar una cerradura inteligente
Para empezar, las nuevas cerraduras inteligentes suelen tener un diseño muy minimalista que evita llamar la atención o desvelar demasiado sobre su funcionamiento, al no incluir paneles de teclas y mimetizarse con la puerta. Las smart locks ofrecen una gran comodidad al no tener que depender de llaves, y al permitirnos dar acceso al hogar a algún familiar o amigo en caso de que lo necesitemos, controlándolo todo fácilmente desde la aplicación.
Por otro lado, algunos nuevos modelos de cerradura inteligente son capaces de detectar cuándo alguien está intentando forzar la cerradura, mandándonos una alerta y, así, funcionando de forma similar a como lo haría una alarma. Para ello, podemos buscar entre sus características que tenga protección antiganzuado o antibumping.
También nos sirve en caso de que algún profesional tenga que entrar en nuestra casa, como repartidores, un fontanero o el electricista. No tendremos que estar presentes en casa para poder abrirles, concediéndoles acceso simplemente desde la app. Además, la instalación de estas smart lock suele ser bastante fácil y rápido, no requiriendo demasiado trasiego. A todo esto se suma el hecho de que algunas son compatibles con asistentes del hogar tipo Alexa, lo que suma la cantidad de vías a través de las que podemos gestionar el aparato.