Netflix ha tenido una audiencia explosiva con el combate entre Mike Tyson y Jake Paul
Se han cumplido todos los pronósticos. Todos ellos. El combate organizado por Netflix que enfrentaba a Mike Tyson y Jake Paul ha sido tendencia mundial y ha reunido pegados a la televisión a millones de personas. La plataforma desvela las primeras estadísticas y ya se puede comenzar a valorar todo lo que salió mal en el esperado combate de boxeo.
Hay mucho que escribir y que decir sobre el Tyson vs Paul que se vivió ayer y que detuvo el mundo del deporte durante unas horas. En el fondo, eran muchas las personas que temían que el combate fuera light y que se hiciera solo como espectáculo puro y duro. Al final, salió como salió. Pero lo importante, y en lo que hay que poner la mirada ahora, es en lo que ha significado este evento emitido en vivo mundialmente. ¿Qué tiene que aprender Netflix de todo esto?
Primero, los datos de audiencia
Netflix ha desvelado ya algunas cifras que estábamos deseosos de conocer sobre el combate. La plataforma indica que el evento captó la atención de 60 millones de hogares y que, en su momento de mayor interés, consiguió tener un total de 65 millones de visualizaciones activas simultáneamente. Son datos poderosos que hablan muy bien de la gran campaña de marketing que ha orquestado Netflix a lo largo de las últimas semanas.
Más allá de eso, la compañía también indica que el combate entre Katie Taylor y Amanda Serrano, que se disputó antes del enfrentamiento principal, alcanzó 50 millones de hogares conectados. Y esa sí es una victoria importante, porque este combate de boxeo femenino sí que logró impactar y demostrar el buen nivel de las dos contendientes. Por mucho que el resultado fuera polémico, es justo reconocer que las dos boxeadoras lo dieron todo y que se dejaron la piel en la que, eso sí, era una oportunidad única para darse a conocer en el mundo entero.
Además, Netflix llevó el combate de boxeo a más de 6.000 restaurantes y bares en Estados Unidos, firmando un récord en esta materia. También se convirtieron en trending topic en redes sociales tal y como se podría haber imaginado, puesto que todo el mundo estaba hablando de eso en ese momento. Que el combate fuera decepcionante simplemente oscurece ligeramente la lección maestra de marketing que Netflix ha dado en el camino hacia el enfrentamiento.
Netflix tiene deberes pendientes
Se lograron récords, se demostró que el deporte en vivo en plataformas de streaming puede sobrevivir y convertirse en un arma perfecta, pero Netflix no cumplió del todo. La plataforma dejó claro que tiene mucho camino que recorrer para estar tan preparada para las retransmisiones en vivo como lo está para gestionar su amplia biblioteca de contenidos. Los retrasos en las imágenes, la carga infinita para ver el combate y, en general, las malas impresiones, se acumularon entre los usuarios y quedaron registradas en las redes sociales.
Aunque seguramente Netflix había planteado que iban a alcanzar ese éxito que tuvieron, dejaron claro que no se habían preparado tan bien como deberían. Y eso es algo que van a tener que solucionar si quieren llegar a ser una referencia en la retransmisión de eventos deportivos en vivo. Sería una completa locura si, en un futuro hipotético, Netflix retransmite un Real Madrid – Barcelona y la conexión hace aguas como en el combate de boxeo. Podrían perder la confianza de los clientes en un chasquido de dedos.
Además, Netflix tiene que trabajar contrarreloj. Aunque el combate de Mike Tyson y Jake Paul ha sido histórico, la compañía comenzará a retransmitir en vivo la WWE en enero de 2025. Y las competiciones de lucha libre no tienen tanto tirón, pero por la novedad de emitirla mundialmente en directo, también se espera que llegue a alcanzar buenas cifras de audiencia. Una vez más, Netflix tendrá que intentar responder a esto y garantizar que el stream se disfrutará con fluidez y buena calidad de imagen.