La mayoría de ciberdelincuentes busca conseguir dinero con las estafas online que realizan. Sin embargo, puede que tú no seas el blanco final al que quieren timar y que ‘únicamente’ te roben datos personales. Muchos usuarios creen que la información de que hay en su DNI u otros documentos de identidad no tienen tanto valor y la comparten sin preocupaciones. A veces, los estafadores aprovechan y lo utilizan para suplantarnos al robar dinero por Internet. Eso puede llevarnos a la cárcel.
Los expertos de seguridad informática siempre recomiendan que tengamos cuidado con la información personal que compartimos por Internet. Ya sea por lo que publicamos en redes sociales o por datos que hayamos facilitado a ciberatacantes para entrar en un sorteo o en campañas de phishing pueden perjudicarnos a largo plazo. En ocasiones, nos enteramos tarde de que hemos sido víctimas de una estafa y, como no hemos dado datos bancarios, le quitamos importancia.
Muchos piensan que, si no roban su dinero, están a salvo de los peligros que hay en la red, pero nada está más lejos de la realidad. La usuaria de X (antes Twitter) @anazt444 ha sido testigo de cómo entrar en un simple enlace fraudulento puede terminar en años de juicio y con una sentencia de prisión por un delito que no has cometido.
𝐀. 𓂀@anazt444Estoy siendo coaccionada por la justicia siendo víctima de suplantación de identidad y después de darle muchísimas vueltas voy a denunciarlo públicamente porque llevo dos años encerrada en una pesadilla que parece ser eterna y empeora por momentos:13 de marzo, 2025 • 05:07
8.2K
133
De víctima a ser acusada de un delito con penas de cárcel
«Estoy siendo coaccionada por la justicia siendo víctima de suplantación de identidad y después de darle muchísimas vueltas voy a denunciarlo públicamente porque llevo dos años encerrada en una pesadilla que parece ser eterna y empeora por momentos». Así comienza el hilo de X de @anazt444 en el que cuenta que hace tres años le robaron los datos de su DNI, fotos suyas y su cuenta del banco en una estafa. Fue entonces cuando comenzaron unos problemas con la justicia que duran hasta la actualidad.
Según explica la internauta, recibió una denuncia por estafa y la detuvieron para tomarle las huellas, fotos y todo el procedimiento protocolario que se sigue con los criminales. Ella no supo qué sucedía hasta que su abogada se lo explicó: «Estaban abriendo cuentas de bancos a mi nombre para robarle dinero a otras personas, utilizan mi DNI para estafar a gente por Wallapop… resulta ser una banda organizada de estafas».
Incluso con pruebas a su favor no la creen
Por delitos que ella asegura no haber cometido, el fiscal pedía un año y 9 meses de cárcel por supuestamente ser «colaboradora de una tal ‘Operación danza'». Su abogada ha aportado pruebas, como que, mientras se cometían esas estafas, ella «estaba estudiando» y «tenía una vida normal y trabajaba los fines de semana cuidando niños».
No obstante, las pruebas no han servido de nada. Aunque la única prueba que tienen en su contra es que el dinero a ido a parar a una cuenta a su nombre, sin que ni siquiera las direcciones IP correspondan con ella, la justicia la sigue tachando de culpable. «Quieren imputarme por blanqueo de capitales«, comenta la usuaria @anazt444. En el juicio, la fiscal habló con su abogada para explicarle que, si admitía el delito, solo la condenaban a seis meses. Pero ha decidido oponerse porque, según comenta, no quiere admitir un delito que no le corresponde.
«Hemos tenido que aplazar el juicio para poder defenderme bien, aunque no haya pruebas sólidas de dicho delito«, cuenta @anazt444. Ella considera que es una especie de castigo por no haber aceptado el trato «injusto» de declararse culpable pese a ser otra víctima más. Tras sufrir esta situación judicial, la internauta ha descubierto que son «muchísimas personas en España, pasando por las mismas denuncias injustamente».
No solo ha sido víctima de una estafa, sino que ella también se considera víctima del sistema judicial. Además de temer por una entrada a prisión no merecida, @anazt444 afirma que lleva «dos años sin dormir bien y sin llevar una vida normal» por el daño psicológico provocado por esta situación.