Muchos problemas de seguridad se generan por utilizar software y hardware anticuado. Lo vimos hace poco en el SEPE con ordenadores con 30 años de antigüedad y lo seguiremos viendo mientras no se obligue a las empresas a proporcionar actualizaciones durante un periodo largo de tiempo. En el caso de Internet, los routers viejos tienen muchos usos, pero no son precisamente los más seguro a la hora de conectarnos a la red de redes. Esto es debido a que no se actualizan desde hace años o a que vienen por defecto con contraseñas no aleatorias. Hoy conocemos un estudio que nos indica que millones de personas están en riesgo por usar routers inseguros.
De un tiempo a esta parte, los operadores están siendo más conscientes de la necesidad de proporcionar un router de calidad a los clientes. Esto ayuda a mejorar el servicio, la percepción sobre lo que le están ofreciendo y reduce también la cantidad de llamadas al servicio de atención al cliente. Sin embargo, que todos los usuarios tengan el último modelo de router lanzado al mercado no es barato y las operadoras suelen “escurrir el bulto” cuando se tratan estas cuestiones. Algunas apuestan por cobrarle al cliente el cambio a un modelo superior, algo criticado hasta la saciedad que consigue que muchos aguanten como sea con su desfasado modelo.
Riegos de utilizar un router inseguro
Aunque se trata de un estudio realizado en Reino Unido entre más de 6000 personas, lo cierto es que puede extrapolarse a España y otros países. Sin ir más lejos, entre las operadoras de ese país encontramos filiales de Telefónica o de Vodafone. La encuesta concluyó que una amplia mayoría de los usuarios contaban con un router con más de 5 años de antigüedad que ya no recibía actualizaciones de seguridad por parte del fabricante.
Esos modelos se metieron en un listado y fueron enviados a los expertos en seguridad de Red Maple Technologies que concluyeron que hasta 7,5 millones de británicos podían estar utilizando estos modelos anticuados y sin seguridad. De hecho, explican que algunos modelos no se actualizan desde 2018 y que incluso tenemos casos de routers sin nuevo firmware desde 2016.
El problema es que los routers son una parte vital de las conexiones a Internet, siendo la “entrada” de la red de redes en nuestros hogares y empresas. Un firmware desactualizado puede terminar en un robo de datos, infección de la red doméstica con virus y un sinfín de problemas más que ya nos podemos imaginar. Además, muchos modelos antiguos utilizaban contraseñas poco seguras que cualquier puede adivinar con sólo conocer el modelo.