La fibra óptica puede ayudar a combatir la sequía y en Valencia lo están poniendo a prueba
Los cables de la fibra óptica nos brindan conexión a Internet, llamadas y señal para la televisión a mayor velocidad y calidad que otros métodos. Pero su uso puede ir más allá de eso y es lo que pretenden demostrar en la ciudad de Valencia, donde han comenzado a usarlos para combatir la sequía.
El Ayuntamiento de Valencia ha impulsado una iniciativa para «optimizar la gestión del agua y posibilitar la planificación de los riegos«. Con este objetivo en mente, la ciudad levantina ha comenzado a monitorear con fibra óptica y sensores el caudal en las acequias de la huerta de Francs, Markals y Extremals.
El plan se ha podido hacer gracias al Proyecto HortaTech, como parte de la estrategia del programa Valencia Innovation Capital, que busca innovar con ayuda de la tecnología. En este caso, la tecnología que usan corre a cuenta de las start-ups Fibsen y Baukunst. De esta manera, planean que la fibra contribuya a la sostenibilidad de la capital valenciana.
Con esta iniciativa, Valencia cree que ahorrará en agua y, además, podrá concienciar a la población sobre la importancia del patrimonio cultural y natural. Las lluvias en los últimos años han ido cada vez a menos, por lo que este recurso natural tan importante para la supervivencia está en riesgo.
La escasez del agua es un problema cada vez mayor del cambio climático. Esta situación plantea desafíos que los políticos y empresas deben solucionar de manera urgente. El agua no solo nos la bebemos, sino que es un recurso necesario para los cultivos y para nuestra alimentación. Al controlar el caudal con la fibra óptica, será más fácil hacer un buen uso del agua para los riegos de los cultivos y no malgastarla.
Con la fibra óptica se planificarán mejor los riegos
El proyecto de Valencia se presenta como una propuesta que ayudará a los agricultores en su trabajo. El Ayuntamiento de Valencia explica que, con el monitoreo a través de la fibra, podrán planificar mejor los riegos y evitar largas esperas que se producen hasta que el agua llega a sus campos por las acequias.
Paula Llobet, concejal de Turismo, Innovación y Captación de Inversiones, ha explicado que la fibra será clave para enfrentarse «al cambio climático y a la sequía». De momento, han comenzado por la huerta de Francs, Marjals y Extremals, donde están usando «fibra óptica y sensores de información en tiempo real» para la «monitorización del riego de sus cultivos». Pero quién sabe si ampliarán el uso de esta tecnología si los resultados son positivos.
HortaTech no solo es una buena propuesta para ahorrar agua, sino que también sirve para reducir en gastos. Tanto en los costes operativos como en el mantenimiento. La digitalización y automatización de estos procesos hace que los agricultores no tengan que perder el tiempo en este tipo de tareas y puedan dedicarlo a otras en las que el papel humano es clave.
La huerta Francs, Markals y Extremals se creó en 1386 para gestionar una zona de marjales, fuera de las acequias islámicas del Tribunal de las Aguas. Ahora, es clave para la gestión del riego. Por lo que era un punto estratégico para comenzar a monitorear el agua por la fibra óptica que están sabiendo aprovechar.
Un panel pensado para los agricultores
Según ha informado el Ayuntamiento de Valencia en una nota de prensa, han desarrollado un panel de control intuitivo y visual. Así, podrán hacer un monitoreo continuo de los indicadores clave de rendimiento de la red hídrica. Dicho panel podrán consultarlo todos los trabajadores del campo a través de un apartado disponible en la página web de HortaTech que es completamente gratuito.