La llegada del 6G podría provocar la aparición de nuevas vulnerabilidades de red
Nos vamos acercando cada vez más al día en el que las redes 6G sean una realidad. Todavía queda tiempo, pero los especialistas en seguridad comienzan a alertar de algo que quizá no habíamos pensado. Y es que, con la expansión de la nueva red, también nos encontraremos ante nuevas vulnerabilidades.
Con el lanzamiento de una nueva tecnología siempre llegan vulnerabilidades vinculadas con ella. Los hackers están al acecho y saben que siempre hay formas de estropear el día a los profesionales. Pero, con el lanzamiento futuro del 6G, parece que esos riesgos de seguridad van a ser superiores a lo imaginado. Y el elemento más débil en la ecuación, aquel en el que se depositan todas las miradas, ya ha sido detectado.
Es el Internet de las cosas
El Internet de las cosas, también conocido como IoT, se perfila como el futuro de la tecnología y la forma en la que una gran cantidad de dispositivos y tecnología se seguirán uniendo a nuestro alrededor. Será capaz de lo mejor, pero también es el elemento que los expertos en seguridad identifican como la puerta que permitirá a los atacantes aprovecharse de las nuevas posibilidades de la red 6G.
Y esto, por supuesto, no es algo nuevo. Desde la llegada del 4G, lo que han hecho los hackers ha sido aprovecharse de la nueva tecnología para llevar a cabo actos maliciosos. Primero de todo, se aprovechan de lo nueva que es esta tecnología en el momento de su debut. Hay un periodo en el cual los expertos en seguridad todavía no han desarrollado tantas defensas como en tecnologías previas y ese tiempo los hackers lo saben aprovechar de una manera imparable. Por otro lado, también se aprovechan de los nuevos avances tecnológicos que están dando sus primeros pasos y se exponen a dejar accesos sin proteger. Con el 4G, los hackers se enfocaron en cámaras de vigilancia y videotimbres digitales, mientras que en la era del 6G es posible que ataquen alguno de los muchos avances que dependerán de esta nueva red.
No hay que olvidar que, con el 6G, se implementarán o se extenderán nuevos proyectos que apuntan alto, como puede ser la comunicación con hologramas, las ciudades inteligentes a gran escala, los coches autónomos inteligentes y otro tipo de avances. Es decir, habrá muchos nuevos elementos que cambiarán la manera en la que disfrutamos del día a día y los hackers, aprovechándose del concepto “todo conectado” del IoT, podrían estar preparados para sacarle partido.
A partir de 2030
Ese es el año en el que están puestas todas las miradas. Será entonces cuando las redes 6G lleguen a las calles y comiencen a dar relevo generacional al 5G. Por supuesto, para ese momento todavía nos queda bastante tiempo y hay margen de sobras para que los especialistas se preparen. Pero, incluso en el más optimista de los pronósticos, se perfila ese periodo inicial en el que los hackers podrían aprovecharse de las vulnerabilidades que habilitarán los dispositivos del Internet de las cosas.
Statista dice que, para esa fecha, los dispositivos conectados dentro del entorno IoT habrán superado los 32,1 mil millones a lo largo y ancho del mundo. Es una cantidad enorme de terminales y de dispositivos tecnológicos que, bajo esta previsión, podrían ser sensibles a sufrir problemas de seguridad. Para que la situación no se convierta en un gran problema del que haya que lamentar consecuencias graves, especialistas como Marie Hattar de Keysight Technologies, dicen que se deben desarrollar técnicas de encriptado más robustas, implementar regulaciones más firmes y plantear mejores estándares de seguridad. El objetivo es claro: levantar un gran muro defensivo antes de que sea demasiado tarde y que, así, la llegada de las redes 6G no pille a nadie desprevenido.
Además, remarca que es conveniente ser conscientes de cómo el paradigma de las comunicaciones va a cambiar por completo. Con el 5G ya no nos limitaremos a mensajería, llamadas y otras comunicaciones, sino que habrá más recursos y tecnología en la que iremos dejando un rastro. Dice que le preocupa la forma en la que los dispositivos tendrán más capacidad que nunca para almacenar información de la localización actual y de los anteriores lugares en los que se haya estado. El acceso a estos datos por parte de hackers o de otros cibercriminales, podría dar lugar a muchos peligros.
Por suerte, no solo hay organizaciones y grupos de seguridad que ya trabajan en implementar estas defensas futuras que impidan que se produzcan situaciones problemáticas, sino que también se visualiza la IA como un valor importante. Se hace especial hincapié en cómo la IA será capaz de detectar irregularidades y de vigilar las redes para descubrir si está ocurriendo algo que se salga de lo normal. Con las situaciones actuales, esos riesgos pasan desapercibidos, pero la vigilancia de la IA podría ser un primer paso para plantarles batalla. Eso aporta optimismo en una tecnología, la de la red 6G, que va a ser crucial para que la humanidad continúe avanzando.