Desde hace más de un lustro, comprar productos a China se ha convertido en algo cada vez más común. Hay multitud de productos disponibles que suelen salir más baratos que comprarlos en territorio nacional. Sin embargo, hay que tener muchas cosas en cuenta antes de comprar algo a China.
Problemas de calidad
Comprar productos en China puede ser una lotería total. Por suerte, cada vez más productos tienen opiniones y puntuaciones de compradores previos, e incluso imágenes del producto real. Estas imágenes nos ayudan a conocer si el producto va a diferir del anunciado, lo cual, por desgracia, ocurre en demasiadas ocasiones.
Por ejemplo, hay multitud de ordenadores portátiles que, en las fotos, parecen tener una calidad excelente a precios asequibles, con chasis que parecen ser de aluminio y pantallas de alta calidad. Sin embargo, no es hasta que los recibes que te encuentras chasis de plástico endebles o pantallas que se ven muy mal.
Problemas de garantía
En el caso de que quieras de volver el producto, las condiciones de devolución pueden ser muy abusivas. Al no estar protegido por la ley europea de consumidores, normalmente los vendedores sólo ofrecen 14 días de reembolso. A partir de ahí, no tienen la obligación de reparar, reembolsar o reemplazar un producto.
En el caso de que te acepten la devolución pasados los 14 días, puede que te obliguen a pagar los gastos de envío tanto de ida como de vuelta de nuevo del producto, lo cual en ocasiones puede llegar a superar el coste propio del producto. Por ello, los vendedores suelen ofrecer un poco de dinero a cambio de no tener que enviarlo, aunque si el producto no funciona no podrás hacer mucho más.
Impuestos inesperados
Con la aplicación del IVA a todos los productos que provengan de la Unión Europea, puede ser que al recibir un producto en casa venga con sorpresa. Esta sorpresa puede ser en forma de doble cobro del IVA, tanto en la tienda como en Correos si quieres recibir el pedido. Si los productos son muy caros, puede que tengas que pagar también aranceles, por lo que es importante fijarse que estos vienen de dentro de la Unión Europea.
Además, en el caso de recibir un pedido por mensajería privada, el coste de gestión de importación no se puede evitar, y puede alcanzar cifras de decenas de euros con compañías como DHL.
Tiempo de espera
Si pides un producto que no está en un almacén europeo, vas a tener que esperar como mínimo unos 10 días para recibirlo en casa, y los tiempos de espera pueden llegar a ser de incluso más de un mes. Si es algo que necesitas con bastante prisa, puedes incluso recurrir al comercio local para comprarlo, ya que puede que te salga incluso más barato.
El precio puede que sea más caro
Entre los gastos de envío, el IVA, y los posibles aranceles e impuestos que tengamos que pagar en la importación, o que simplemente el producto cueste más, comprar un producto en China puede que nos salga más caro que comprarlo en España, y encima habiendo tenido que esperar más tiempo para recibirlo.
Además, hay productos como tal que cuestan más en China. Todo lo que no se fabrica allí cuesta lo mismo o más que en España, como por ejemplo los procesadores, las unidades SSD, o los ordenadores de marcas de gama alta.
Por todo esto, es importante que eches cuentas si compensa comprar estos productos fuera.