El sueño de colonizar Marte podría estar más cerca. Los científicos ya tienen un plan sobre la mesa que podría garantizar convertir el planeta rojo en un lugar habitable en el que las colonias de humanos puedan asentarse y comenzar a vivir. Con esta propuesta, se consigue una solución 5.000 veces más efectiva que cualquiera de los planes en los que se había trabajado hasta el momento. ¡Eso aporta un punto de vista realmente optimista!
Lo que busca la humanidad es terraformar Marte y así convertirlo en un lugar que se parezca a la Tierra en la medida de lo posible. No obstante, como ya se sabe desde siempre, hay un gran inconveniente: las extremadamente bajas temperaturas del planeta. Con una temperatura de menos 64 ºC, es obvio que para poder colonizar Marte hay que hacer algo al respecto. Ahora desde la Universidad Northwestern de Estados Unidos llega la solución.
El plan para calentar Marte
Distintos expertos han coincidido en que, después de valorar la idea que se ha propuesto, no hay duda de que acaba siendo viable y la mejor que se ha tenido hasta el momento. Lo que piensan desde esta universidad norteamericana es que los científicos podrían lanzar barras de metal nanoscópicas a la atmósfera de Marte y que, al hacerlo, se produzca un efecto invernadero que caliente el planeta. ¿Es tan fácil como suena? Por supuesto que no. Tal y como explican algunos especialistas, se necesitarán millones de toneladas de este metal para que el planeta se pueda calentar hasta un nivel adecuado para la vida.
Pero, al mismo tiempo, reconocen que es un buen planteamiento y que resulta mucho más viable que todo lo que se había podido pensar hasta la fecha. Además, creen que realmente podría ser una solución importante para que esta temperatura aumente y que así el agua líquida pueda mantenerse en el planeta como elemento clave de la colonización. Todo ello podría llevar a una terraformación que, en espíritu, la representa muy bien el artista Daein Ballard en la imagen que puedes ver justo encima de estas líneas.
¿Cómo lo podrían hacer?
Las nanobarras metálicas de las que hablan desde la universidad tendrán un tamaño minúsculo. Hablan de una escala de 60:1 y lo comparan con la purpurina. Como indicamos, tendrán que lanzarlo a la atmósfera para que formen enormes nubes y comiencen a acumular calor. El problema es que todavía se trata de un concepto y habría que ver, en la práctica, qué cantidad de nanobarras necesitan para conseguir el efecto deseado. No obstante, como base ya esperan que tengan que ser cantidades extremas y que, además, el flujo de emisión de estas partículas tenga que ser constante.
La incógnita está en saber el tiempo exacto que las nanobarras tardarían en caer a Marte. En principio, sus características deberían ayudar a que el tiempo en el que se mantengan en la atmósfera sea superior a lo esperado. Y, si las cuentas les salen respecto a los datos que están valorando en estos momentos, lo que necesitarían sería liberar 30 litros de nanobarras por segundo. Con ese ritmo, se podría conseguir el objetivo de derretir todo el hielo de Marte para que el planeta sea habitable. El primer efecto derivado de ello es que la superficie ya no sería tan extrema como en la actualidad y que, como consecuencia beneficiosa, podría comenzar a existir vida microbiana fotosintética. Las bacterias iniciales que aparecieran en Marte deberían dar inicio a un proceso importante que marcaría el momento en el que los colonos de la Tierra podrían hacerse con el control del planeta: la producción de oxígeno.
Inicialmente, salvo una gran sorpresa, la cantidad de oxígeno que habrá en Marte será insuficiente para que una persona pueda respirar sin equipo especializado. Pero, con el paso del tiempo, eso debería cambiar. El desarrollo del planeta llevaría a que haya agua, bacterias, microbios, que se produzca oxígeno y, no menos importante, incluso que llueva. Se cree que, por las filtraciones de la atmósfera en el espacio, las cuales se producen en Marte de una manera superior a la Tierra (por la falta de campo magnético), por ejemplo, se podrían generar lluvias. Eso podría cambiarlo todo en cuanto a los plazos en los que el planeta sería habitable.
Por lo tanto, aunque es difícil calcular tiempos, lo que los científicos dicen es que, a partir del momento en el que comenzase con esta misión, tendrían que pasar algunas décadas. Y aunque no se aporta mucha precisión, resulta muy positivo ver que, por fin, se comienza a establecer una buena hoja de ruta para llegar a colonizar Marte.