Cookies de Internet: Qué son, para qué sirven y cómo borrar

Cookies de Internet: Qué son, para qué sirven y cómo borrar

Rocío GR

Ves cookies en todas las páginas webs que visitas. Te preguntan si quieres o no aceptarlas. Pero qué son las cookies, por qué están ahí y para qué sirven. Repasamos qué implica aceptar las cookies en todas las páginas webs o cómo puedes borrarlas de tus principales dispositivos o del navegador cuando no quieras que sepan toda tu actividad online. ¿Qué son? ¿Cuáles son sus principales funciones?

Si muchas veces las has visto en el navegador, pero no sabes de qué va todo esto de los archivos con nombre de galletas, repasamos lo más básico y damos preguntas a las principales respuestas: ¿son peligrosas? ¿nos espían? ¿debemos aceptarlas? ¿cómo podemos eliminarlas? ¿tenemos derecho a rechazar? Las cookies están siempre ahí cuando navegas por Internet y tienen muchísimas ventajas que hacen nuestro día a día más fácil pero también inconvenientes y problemas.

 

Qué son las cookies

Las cookies son ficheros de datos creados por un sitio web y que dichos sitios almacenan en tu ordenador para conocer tus hábitos cuando navegas por Internet o para recordar tus accesos en esa página web en cuestión. Son ficheros de datos que los sitios webs envían a tu ordenador o dispositivo para que recuerde qué has hecho al visitarla, sea cual sea el navegador desde el que estás entrando, la aplicación o el dispositivo. ¿Qué permite? Identificar al usuario en esa web en cuestión.

Es una especie de identificación al acceder a esa página web. Cuando vuelvas a entrar, identificarán eres tú o que es tu ordenador y podrán saber cuáles son tus hábitos de navegación habituales en ella o incluso recordarán quién eres exactamente. Esto permite que la publicidad se adapte a lo que te interesa, que puedas ver qué productos has visto antes, qué vídeos están en tu historial o permite que tu actividad anterior siga ahí o incluso que se haya guardado lo que habías dejado en el carrito para continuar la compra después y no se pierda si cierras la página y vuelves después. Gracias a las cookies, podrás dejarlo a medias o podrás ver qué datos has consultado, qué productos has mirado antes, qué vídeos…

Una de las principales finalidades de las cookies es que las páginas webs que visitamos recuerden quiénes somos. Así, al abrirlas una vez y otra no tendremos que iniciar sesión, sino que siempre se mantendrá iniciada y podremos seguir con nuestra actividad sin interrupciones ni introducir nuestras credenciales una y otra vez. Las cookies empezaron a funcionar en los años noventa cuando un trabajador de la empresa Netscape Communications pensó que era necesario crear un sistema en el que los artículos de la compra siguiesen estando en el carrito del usuario una vez que volviésemos a la página y sin necesidad de utilizar muchos recursos. Las cookies no se habían aplicado hasta ese momento a los navegadores, aunque sí existían. Para reducir los recursos de las páginas, la solución pasaba por almacenar los datos en el ordenador o dispositivo del usuario en lugar de almacenar todos los datos de todos los usuarios en el servidor web. Así, desde 1994, empezaron a globalizarse en Internet.

 

Qué tener en cuenta: funciones y ventajas

La principal función de las cookies es recordar quién eres y qué haces. Registran tus hábitos de navegación o registran tus datos para que no tengas que iniciar una y otra vez. Pero estos hábitos también sirven para que encuentres productos que te interesan y en los que quizá no te habías fijado, por ejemplo. Aunque creas que no puede ser bueno que te “espíen”, realmente pueden tener una idea mejor sobre ti y tus gustos y esto hará que las páginas que te aparezcan se ajusten más a lo que quieres y te ahorrarás mucho tiempo. Por ejemplo, Google sabe qué sueles visitar, qué te gusta, qué haces en Internet. Y esto hace que cuando hagas búsquedas en el buscador de Mountain View, los resultados se ajusten bastante a lo que quieres y necesitas. Como muchas veces has creído, prácticamente te adivinarán el pensamiento y te mostrarán lo que querías sin esfuerzo. Saben diferenciar entre usuarios y saben mostrarte lo que buscas: personalizan el aspecto, guardan tu carrito de la compra, tienen estadísticas de uso…

 

Ventajas

Son de gran ayuda a la hora de navegar por Internet si queremos tener una experiencia cómoda y que no tengamos que rellenar continuamente formularios, volver a llenar el carrito. Nos permiten que todo esté ahí cuando volvemos a abrir una página web o que la publicidad que nos muestran nos interese de verdad, por ejemplo, además de las recomendaciones que nos hace una página web o una tienda online.

Se basan en nuestras visitas o historial para mostrarnos lo que nos interesa y esto puede ser una ventaja si queremos descubrir cosas que nos parecen importantes o de nuestro gusto. Esto nos ayudará a navegar por Internet acercándonos a lo que nos interesa y no perderemos tiempo con recomendaciones generales para todos los usuarios que no encajan con nuestros gustos.

 

Inconvenientes

Pero las cookies son muy criticadas y hasta el propio Google, como hemos explicado antes, ha buscado una alternativa. Saben qué hacemos, cómo lo hacemos, dónde lo hacemos. Tienen la obligación de avisarte si empiezan a recopilar datos, pero generalmente las aceptamos casi sin pensar o sin leer qué aceptamos. Vemos la notificación de las cookies y las marcamos sin importar la web.

Las páginas webs podrían aprovechar las cookies para abusar y obtener excesivos datos personales de los usuarios sin consentimiento o aprovechando que estos no suelen leer la letra pequeña.

 

¿Son peligrosas?

Es posible que hayamos leído mucho sobre las cookies o sobre su peligrosidad. Incluso que hayamos creído que nos espían o que nos monitorizan, que saben todo sobre nosotros o incluso que tienen control total sobre nuestra actividad. Realmente, las cookies no son peligrosas. Son datos que sirven para personalizar un sitio web o para recordarnos al entrar pero podemos borrarlas cuando queramos, por ejemplo. Además, si las cookies no te gustan o no quieres que se almacenen, no tienes obligación de dar autorización cuando un sitio web te lo pregunte.

Obligatoriamente, cualquier página debe preguntarte si quieres almacenar las cookies o no. También puedes apostar por navegadores que no guarden tus datos y navegar en privado. No son peligrosas si se usan utilizando las obligaciones actuales que recoge el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GPDR). No deberían ser peligrosas si se usan con la única finalidad de facilitarnos la navegación en esa página o aplicación. Pero usarlas de forma indebida

Uso de cookies

 

Tipos de cookies

Hay distintos tipos de cookies que podemos encontrar en una página web. Hay diferentes aspectos que las clasifican. Dependiendo de quién gestione las cookies pueden ser propias o de terceros, por ejemplo. También depende de la finalidad que tengan que sean de personalización o técnicas, de medición, de publicidad. Y hay otros aspectos que hacen que se diferencien como el tiempo.

 

Según quién las gestione

Según quién gestione estas cookies pueden ser de dos tipos:

  • Cookies propias

Enviadas al equipo terminal desde un equipo o dominio gestionado por el editor y desde el que “se presta el servicio solicitado”

  • Cookies de tercero

Se envían al equipo terminal desde un dominio que no es gestionado por el editor sino por otra entidad que recopila los datos.

 

Según su finalidad

Según la finalidad que tengan las cookies podemos clasificarlas en diferentes categorías. Pueden estar pensadas para que todo funcione correctamente pero también para que tu experiencia en la página se adapte a lo que te gusta. O para que se muestre publicidad pensada especialmente para ti. Son las cookies técnicas, de preferencias, de análisis, de publicidad, etc.

  • Cookies técnicas

Permiten que el usuario pueda navegar por la aplicación o por la página web y pueda utilizar los distintos servicios que incluye. Por ejemplo, recordar qué había en un pedido, realizar el proceso de compra, controlar el pago, participar en un evento, contar las visitas…

  • Cookies de preferencias o personalización

Sirven para que el usuario vea la página web con características diferentes al resto de clientes como, por ejemplo, el idioma o los resultados de las búsquedas o la región en concreto. Esto hará que la experiencia sea mucho más cómoda para nosotros.

  • Cookies de análisis o medición

Permiten al responsable de la página que haga un seguimiento o análisis del comportamiento que tienen los usuarios en ella. Así pueden cuantificarse los impactos de los anuncios, etc. Pero para tratar lo datos, hace falta obtener un consentimiento para su uso.

  • Cookies de publicidad comportamental

Recogen el comportamiento de los usuarios viendo sus hábitos de navegación y permite crear un perfil para mostrar publicidad especifica basada en sus gustos. Solo nos mostrarán anuncios que se considere que van a interesarnos. Por ejemplo, esa clásica publicidad que nos muestra continuamente accesorios para bebés si buscamos contenidos relacionados con el embarazo.

 

Según el plazo de tiempo que están activadas

Algunas duran poco y otras duran más. Depende del tiempo que estén activadas existen las de sesión o las persistentes.

  • Cookies de sesión

Almacenan datos mientras el usuario accede a la página web y solo interesa para prestar el servicio en una ocasión. Al salir de la página y terminar la sesión, las cookies desaparecen.

  • Cookies persistentes

Los datos siguen almacenados en nuestro ordenador o teléfono móvil y pueden usarse o tratarse durante un tiempo definido que podría ser de horas o de hasta varios años.

 

Aceptar o rechazar las cookies

Las páginas webs deben darte información a la hora de preguntarte si quieres o no aceptar las cookies, según obligaciones legales. Hay dos obligaciones que deben cumplir: obligación de transparencia y obligación de obtención del consentimiento. Cuando abras una página web y te pregunte si quieres o no almacenar las cookies. Pero a la hora de aceptar no sólo verás una ventana emergente con la que aceptar o no, sino que es obligatorio que haya un enlace a más información. Y en esa información deben recogerse, de forma totalmente obligatoria, estas informaciones:

  • Definición de las cookies y para qué sirven
  • Información sobre el tipo de cookies que van a utilizarse y para qué
  • Identificación de quién va a utilizar dichas cookies recopiladas
  • Información a la hora de aceptar, denegar o eliminar las cookies
  • Información en caso de que se van a transferir a terceros
  • Periodo de conservación de los datos
  • Otra información relacionada que no se refiera específicamente a cookies

Todo esto deberá mostrarse de forma concisa, transparente e inteligible. Siempre que tengamos dudas a la hora de aceptar o rechazar las cookies de un sitio web, sea el que sea, podremos acceder a este apartado para consultar todos los detalles. Ten en cuenta que no pasa nada si aceptas las cookies porque podrás eliminarlas una vez que no las necesites o que quieras que desaparezcan esos datos de forma definitiva. En muchas ocasiones no te preguntarán si quieres o no aceptar las cookies, sino que una ventana emergente te dirá que, si sigues navegando estás aceptando el uso de cookies, sin necesidad de que aceptes, pero informándote de que las aceptas.

¿Qué pasa si rechazamos las cookies? Por lo general, puedes navegar por una página web y que funcione con normalidad sin necesidad de aceptarlas. Aunque dependerá del tipo de cookies que te pidan. Además, muchas veces te permitirá seleccionar cuáles quieres aceptar y cuáles no y puedes marcar sólo las imprescindibles, pero no las que recopilen información para publicidad o uso.

 

Borrar las cookies

Puedes borrar las cookies almacenadas en cualquier navegador o dispositivo. Eliminar estos datos de tu navegador o de tu ordenador no implica que se elimine la sesión en algunas páginas. Es decir, no eliminarás tu perfil en Twitter o en Facebook ni en tiendas online, sino que saldrás de los mismos y deberás iniciar de nuevo sesión o perderás lo que tengas en el carrito o quizá el historial de actividad de algunas páginas webs. Repasamos alguno de los navegadores más populares y más utilizados.

 

En Mozilla Firefox

  • Abre el navegador
  • Ve al apartado de Herramientas en el menú
  • Elige la opción de Opciones
  • Haz clic en la pestaña de “Privacidad y seguridad”
  • Ve al apartado “Cookies y datos del sitio”
  • Pulsa en el botón “Limpiar datos”
  • Elige la opción “Cookies y datos del sitio”
  • Confirma con el botón de “Limpiar”

Borrar cookies en Mozilla

 

En Google Chrome

  • Abre el navegador
  • Pulsa en los tres puntos de la parte superior derecha
  • Ve a Configuración
  • Busca el apartado de “Privacidad y seguridad”
  • Haz clic en “Borrar datos de navegación”
  • Elige la opción “Cookies y otros datos de sitios”
  • Marca el periodo desde el que quieres borrarlo
  • Pulsa en “Borrar datos” para completar el proceso

Cookies en Chrome

En Google Chrome para Android

  • Abre el navegador
  • Pulsa en los tres puntos de la esquina superior derecha
  • Elige la opción “Configuración”
  • Ve a “Privacidad”
  • Elige “Borrar datos de navegación”
  • Marca “Cookies y datos de sitios”
  • Confirma con el botón azul de Borrar datos

Cookies

 

En Opera

  • Pulsa en el icono de ajustes en la barra izquierda
  • Elige la opción “Privacidad y seguridad” en el menú
  • Busca “Borrar datos de navegación”
  • Marca la opción de “Cookies y otros datos de sitio”
  • Elige el periodo de tiempo que quieres borrar
  • Confirma con la opción “Borrar datos”

Opera

 

En Safari

  • Abre Safari en tu ordenador Mac
  • Ve al apartado superior del navegador
  • Pulsa en “Privacidad”
  • Elige Cookies y datos del sitio web
  • Marca la opción “Gestionar datos de sitios web…”
  • Borra la información y los datos que quieras

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