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¡La república no existe, idiota! La frase que un agente de los Mossos d'Esquadra dirigió a un agente rural de la Generalidad que participaba en la manifestación contra el Consejo de Ministros celebrado en Barcelona el 21 de diciembre de 2018 no merece sanción alguna. Así lo ha determinado la titular del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 de Barcelona al estimar el recurso del agente contra la suspensión de empleo y sueldo de hasta 15 días que le impuso la dirección general de la Policía, dependiente de la consejería de Interior.
El policía pidió ayuda al agente rural para que los manifestantes retrocedieran. "¿Tú eres un funcionario como yo o qué? Pues defiéndeme a mí y no a estos hijos de puta", dijo el mosso. El agente rural replicó que "yo defiendo la república". Y el mosso zanjó la discusión con estas palabras: "Qué República ni qué cojones. La República no existe, idiota".
Ahora, la juez ha determinado que la discusión se produjo en un momento de "gran tensión" y que el término "idiota" no tenía "intención ofensiva" y no se aprecia voluntad de "menospreciar, insultar u ofender". Según la sentencia, se debe valorar el contexto en el que se utilizó la expresión "idiota" y subraya el "elemento consustancial de cierta violencia o resistencia en las que debían intervenir los agentes policiales". Además, sostiene que la palabra "idiota" no iba dirigida contra un ciudadano en el ejercicio de su derecho de manifestación sino hacia un funcionario vestido de tal (el agente rural) y que "no puede tener la consideración de ciudadano común".
La juez entiende también que la expresión "hijos de puta" no iba dirigida a nadie en concreto y que la frase "la república no existe" no puede ser merecedora de reproche. Además, la sentencia recuerda que el mosso llevaba de servicio desde las cinco de la mañana y el incidente se produjo a las cinco de la tarde por lo que "es más que razonable que el agotamiento y la tensión acumulada en la jornada laboral pudieran conllevar a esa situación, que debe considerarse fruto de una excitación o contrariedad pasajera y puntual consecuencia de la tensión vivida en esos momentos".