Sí, España cada vez es disparatada, esto no es progresismo, esto ya es esperpéntico, disparatado, insoportable, hasta me entran ganas de reivindicar el machismo ¡Ya vale! Por favor, señoras, señoritas y monteritas, dejen ya de estar obsesionadas con los hombres.
Como el Ayuntamiento de la Colau, ahora creará en octuble un centro para reeducar a los hombres, y de verdad que esto ya es insoportable. El mundo ya está bastante idiotizado con este neofeminismo psicótico, pero lo de españa ya es lo más extremo de este ultraprogerío.
Ada Colau crea un "Centro de Nuevas Masculinidades" para reeducar a los hombres
El Ayuntamiento de Barcelona vincula la masculinidad con las conductas violentas y las agresiones homófobas.
Esta señora es el ejemplo del mal político, se impulso a la fama con la plataforma antideshaucios y nunca ha soportado una hipoteca, es más se alimentó y creció gracias al negocio inmobiliario de sus padres. Esta señora no sería nada fuera de la política, otra nulidad más que impera en esta españa. Consiguió participar en una comedia de antena 3 que fue un fracaso, y ahí la tenemos, increiblemente de alcalde de barcelona, más bajo no puede caer esta ciudad.
Nuevo conejo de la chistera de
Ada Colau. Barcelona dispondrá a partir del próximo mes de octubre de un "Centro de Nuevas Masculinidades", una especie de entidad municipal cuya función será
reeducar a los hombres, una escuela sobre los "imaginarios de lo que significa ser hombre" que apueste por un cambio de paradigmas. La "idea" cuenta con el aval no sólo de la alcaldesa sino de la cuarta teniente de alcalde de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI,
Laura Pérez y fue presentada ayer con todo lujo de detalles por ambas políticas.
El propósito es formar a los trabajadores municipales y reeducar a los jóvenes, aunque la escuela también estará abierta a los hombres adultos e incluso maduros que quieran
reconducir sus instintos o hábitos adquiridos. Según Colau, de lo que se trata es de cambiar el guion de que los hombres deben ser "duros o incluso agresivos".
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Hasta cuando vamos a tener que seguir soportando tanta majadería, nunca personas de tan bajo nivel habían llegado tan alto.
Esta iluminada ahora quier volver al mediados del siglo pasado, cuando el basurero recogía la basura en las puertas de las casas. Precisamente en mi barrio se ha iniciado este sistema. Antes un camión mecanizado y un a sola persona hacían la recogida centralizada para cada uno de los tres residuos, ahora por cada camión hay unas 5 ó 6 personas que van recogiendo las basuras y llevándolas al camión, con días para cada tipo, la orgánica tres días a la semana, por ejemplo, con lo que puede oler esa basura con tan solo un día.
Pero esto no es todo, el Ayuntamienro nos da los tres tipos de bolsas de basuras, que estás identificadas,
cada bolsa me identifica a mí y mi casa. Esto es barcelona colauada, mi basura me identifica, en fin, que no sé dónde vamos a llegar. El coste económico es enorme, los camiones también estan mecanizados para cada residuo, el mismo gasto, pero la mano de obra está multiplicada por 6 o más. Hay manifestaciones en Ayuntamiento de mi barrio. En las papaleras han puesto un ancho hierro central para impedir que las gente tire las bolsas ahí. Las bolsas que no son las facilitadas no las recogen, les ponen una pegatina roja indicando la incorrección, el incivismo, y pueden pasar semanas en la calle, como para castigarnos nadie las recoge durante muchos días.
Tengo el honor de que mi barrio haya sido elegido para implantar este sistema, y me temo que la soberbia coplauesca le impida rectificar, amén de esos nuevos camiones ya adquiridos, y en otoño amenaza con implantarlo en la otra mitad de mi barrio.
No sé si conoces el Eixample de barcelona, el que hizo Sardá, y que es doinde viven las clases medias y medias-altas de barcelona, pues bien esta iluminada quiere convertir toda esa enorme zona en una zona verde, todo verde, sin coches, como si fuera un bosque, y ya está ejecutando este plan, que es a 10 años., porque esta providencial señora se consirera imprescindible para barcelona, pra dejar su huella, esta inútil nos dejará su enorme cagada si las urnas y el sentido común no lo impiden. Una lujosa reforma de un barrio de gente de medio y alto nivel que se pagará con los impuetso de los demás barrios de gente trabajadora de más bien bajo nivel. Esta es Colau, todos a pie o en metro, pero ella en su coche oficial, es como todos los pogres.
En fin, que haciendo honor al que mató a montesquieu, a barcelona no la conocerá ni la madre que la parió.
Pablo Planas
Colau, una calamidad sin límites
El proceso separatista ha tapado la decadencia de Barcelona, una galopante carrera hacia la irrelevancia no ya en Europa sino en España.
El proceso separatista ha tapado la decadencia de Barcelona, una galopante carrera hacia la irrelevancia no ya en Europa sino en España. A finales del siglo pasado, la capital de Cataluña adoptó ínfulas de co-capital del Reino, pero fue un espejismo derivado del canto de sirena olímpico. Los alcaldes socialistas que siguieron a Maragall vegetaron mecidos en la inercia de los Juegos del 92, que fueron un éxito a pesar de Pujol, sus hijos y algunos de sus amigos, tres de ellos indultados por Sánchez: Rull, Turull y Forn.
Pero
la ruina de Barcelona no es obra del separatismo, que rechaza tener un discurso sobre Barcelona porque le parece una especie de Sodoma y Gomorra llena de charnegos. No, la culpa es de un siniestro engendro llamado
Observatorio Desc (por derechos económicos, sociales y culturales), donde en un momento infausto coincidieron personajes como Jordi Borja, modelo de comunista millonario y exteniente de alcalde de Maragall por la cuota del PSUC, Jaume Asens, Gerardo Pisarello, Ada Colau o Gonzalo Boye, el abogado de Puigdemont y Sito Miñanco condenado por el secuestro de Emiliano Revilla y procesado en la actualidad por un presunto delito de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.
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La conjunción de semejantes individuos en el espacio y el tiempo degeneró en la elección de Ada Colau como alcaldesa en 2015, tras cuatro años de mandato del nacionalista
Xavier Trias, uno de esos productos genuinos de la enfermiza pero supremacista burguesía catalana, un alcalde que fue el hazmerreír de los okupas, manteros y trileros que llevaron en volandas a Colau hasta el Ayuntamiento a las primeras de cambio, con campañas del tipo "Rodrigo Lanza [el pijoflauta chileno que dejó tetrapléjico a un guardia urbano y mató tiempo después a un hombre por llevar unos tirantes con la bandera de España] es una víctima de la mafia policial de Barcelona".
Tras un paso por el Ayuntamiento cuya sustancia consistió en retirar el busto del Rey del salón de plenos, Pisarello y Asens dieron el salto a la política nacional como escuderos de Pablo Iglesias. Ada, no.
Ada y sus amigas más zotes se quedaron en Barcelona para seguir al
servicio de sus conciudadanos inaugurando plazas por la República, quitándoles las calles a los héroes del 98 por franquistas (sí, como suena y como hicieron con el almirante Cervera, sustituido en el callejero por Pepe Rubianes), expulsando a empresas como la Nissan y promoviendo el modelo circulatorio de Pekín hasta los ochenta, todos en bicicleta, menos ellas, que disponen de una flota de monovolúmenes con los cristales tintados para preservar su intimidad de
celebrities de Barcelona tipo Kardashian.
En los seis años que lleva al frente de la ciudad, Colau ha conseguido convertir Barcelona en un inmenso cagadero de perros, capital mundial de los narcopisos, paraíso de patinetes y bicicletas por las aceras, infierno del coche privado, meca de los carteristas, Las Vegas del botellón, del sexo al aire libre, del turismo de borrachera, de los okupas y del comercio, pero siempre que sea ilegal. Y a mayor abundamiento, ha puesto todo su empeño en
romper lo poco que funcionaba bien con disparatadas restricciones al tráfico, una señalización en el pavimento que es una especie de homenaje a la decoración torturadora de las checas de la ciudad, unas terrazas para los bares en las zonas de aparcamiento que da grima verlas y la creación de unas supermanzanas cuya principal virtud es que han arruinado el comercio.
Barcelona huele mal en sentido literal, apesta a deposiciones humanas y cánidas, a orines de gato, a aguas fétidas a punto de desbordar las alcantarillas, a sudor y a falta de ventilación. Y es una ciudad insegura, peligrosa, violenta, en la que se dan palizas de muerte a los incautos que llevan relojes caros con tal de arrebatárselos, una ciudad en la que ya no se ven policías ni en coche ni mucho menos a pie, una urbe fallida, quebrada, fracasada, una catástrofe sin paliativos dirigida por una mujer cuya última ocurrencia es la de dar luz verde a un centro municipal de "nuevas masculinidades" para frenar las agresiones al colectivo LGTBI. Ni siquiera pasa por la cabeza de esa señora que si hubiera más policía, o algo de policía, tales agresiones tal vez no se producirían. En fin, una calamidad sin límites.