WhatsApp es una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas en todo el mundo. Originalmente era una pesadilla en cuanto a privacidad se refiere, pero en los últimos años han ido mejorando conforme han tenido gran competencia de apps de mensajería como pueden ser Telegram o Signar. Sin embargo, sigue habiendo muchos motivos por los que no deberías usar WhatsApp.
Puede que sea la más utilizada y eso hace que sea sencillo hablar con cualquier persona sin instalar otra aplicación: puedes llamar a tu familia por videollamada, pero también hablar con tu jefe, con tus amigos o incluso con alguien al que hayas vendido algo en Wallapop. Pero eso no significa que sea necesariamente la mejor. Ni la más fiable ni la más segura ni la más completa. Hay muchos motivos o razones por las que no usar WhatsApp y que no tenemos en cuenta: la seguridad, el cifrado, los datos… Recopilamos algunos de los que deberías saber y quizá ignoras.
Es propiedad de Facebook
WhatsApp es propiedad de Facebook desde hace ya más de tres años. En ese periodo de tiempo han intentado encontrar vías de monetizar la aplicación, ya que tuvieron que eliminar el sistema de pago cuando llegaron alternativas gratis como Telegram. WhatsApp Business ha sido una manera inteligente de hacer que las empresas contacten con los usuarios a cambio de que paguen por usar el servicio.
Sin embargo, Facebook también monetiza los datos de los usuarios de sus plataformas, usándolos no sólo para los anuncios, sino también para formar parte de estudios (aunque todo siempre anonimizado). Además, Facebook suele sufrir también filtraciones de datos. Por suerte todavía ninguna filtración masiva y polémica ha afectado a usuarios de WhatsApp, aunque esa podría ser una de las razones por las que no usar WhatsApp o por las que deberíamos tener especial cuidado con la aplicación. Son muchos los problemas de privacidad que ha protagonizado Facebook y no nos gustaría que nuestras conversaciones saliesen a la luz o se filtrasen todos nuestros datos.
Cuidado con los datos
Desde abril de 2016, WhatsApp cifra todos los mensajes de extremo a extremo. Gracias a ello, tenemos la certeza de que nadie en el camino va a poder interceptar el mensaje y espiarlo. Sin embargo, hay datos que Facebook no cifra y a los que tiene completo acceso: los metadatos. Por ejemplo, puede saber a qué hora enviamos los mensajes y a quién se los enviamos. También pueden deducir que vives en una misma casa durante todo el año cuál es su tamaño, así como saber si vives o no en pareja si hablas mucho con una persona que luego por la noche está en la misma ubicación que tú.
Además, con solo instalar la aplicación, esta almacena datos como el IMEI de tu móvil, qué operador tienes contratado, tu ubicación aproximada, qué aplicaciones tienes instaladas, etc. Esto lo podemos ver fácilmente por ejemplo cuando vamos a introducir nuestro número de teléfono por primera vez, donde nos aparece el código internacional de nuestro país (+34 en el caso de España). Facebook por ejemplo ha usado los números de teléfono para anuncios personalizados.
Vulnerabilidades y fallos de seguridad
WhatsApp sufrió en 2019 seis fallos de seguridad, y tres de ellos fueron muy graves. El primero permitía hackear tu móvil con solo recibir una llamada por WhatsApp (daba igual si la cogías o no). La segunda vulnerabilidad permitía que, con solo recibir un GIF, un atacante podía ejecutar código de forma remota en nuestro móvil. La tercera repetía el sistema anterior, pero en este caso enviando un archivo MP4.
Todos estos fallos pueden parecer casuales, pero pintan más a puertas traseras introducidas por Facebook para que gobiernos y agencias de espionaje puedan acceder no sólo al contenido de la app, sino de todo el móvil. Estas vulnerabilidades son un riesgo para el teléfono móvil y otra de las razones por las que no usar WhatsApp o, al menos, tener en cuenta otras aplicaciones similares como alternativa. En comparación, aplicaciones como Signal o Telegram no han tenido ni uno de estos fallos de seguridad que parezcan puertas traseras.
No todo está cifrado
Los mensajes que enviamos por Telegram o WhatsApp están cifrados, pero las copias de seguridad de los chats que se suben a plataformas como Google Drive o iCloud no. Esto quiere decir que si activas las copias de seguridad automáticas en Google Drive estás corriendo un riesgo. Pero si no la activas, podrías perder tus chats. Es Google quien tiene las claves de cifrado de los archivos, y en el caso de que en un proceso judicial se solicite a Google el acceso, la compañía tiene que darlo. En el caso de WhatsApp no sería posible que la compañía diera acceso a los mensajes porque ellos no tienen las claves de cifrado de los mensajes. Un proceso judicial no pasa cada tarde y no es habitual que vayan a pedir el acceso a tus conversaciones, pero ten en cuenta que el cifrado no es total.
En el caso de Telegram o Signal, las compañías no ceden nunca las claves de cifrado con nadie. Por ejemplo, Telegram está prohibida en Rusia y en Irán por ello. WhatsApp no está prohibida en esos países.
Multiplataforma dependiente
WhatsApp depende actualmente de manera exclusiva del móvil. No puedes abrir WhatsApp Web en el ordenador teniendo apagado el teléfono móvil o si lo tienes sin cobertura, sin WiFi o lejos del ordenador. Esto obliga a tener el smartphone conectado al WiFi o a los datos si queremos utilizarlo en una tablet o en el ordenador. Esta dependencia para la multiplataforma supone que la batería de nuestro móvil se resienta, además de que muchas veces los mensajes tardan en llegar o tenemos desconexiones constantes.
Plataformas como Telegram conectan a los usuarios directamente a los servidores independientemente del dispositivo desde el que se haga. Gracias a ello, el móvil sólo es necesario para crear la cuenta.
Así, WhatsApp almacena todos los chats en sus servidores, incluso los mensajes que hayamos borrado. Esto afecta negativamente a nuestra privacidad, y el hecho de que los mensajes se guarden en los servidores debería ser señal de que deberíamos poder tener mensajería multiplataforma real, lo cual podría incluir próximamente la app.
No es la mejor aplicación
Puede que sea la más popular pero no la única ni tampoco la mejor. El punto anterior nos lleva a Telegram y a Signal. Actualmente no hay nada que WhatsApp permita que no se pueda hacer con Telegram.. El único problema que encontramos en otras aplicaciones es que no todos tus amigos tendrán cuenta en otras aplicaciones. Y sin cuenta no podrás llamarlos o hablar con ellas. A partir de ahí y superando ese pequeño inconveniente, todo son mejoras usando Telegram. Mejoras como privacidad, seguridad, envío de archivos, estabilidad o uso multiplataforma.
- En Telegram no hay límite de personas para los grupos, pero en WhatsApp sí que existe esa limitación, por eso muchos grupos muy numerosos han decidido emigrar a la app rusa.
- En Telegram no tienes por qué dar tu número de teléfono para que alguien pueda encontrarte, con conocer tu alias es suficiente. Además, puedes hacer que nadie vea el número de teléfono en toda la aplicación, esto en WhatsApp no es posible y cualquiera que habrá una conversación contigo podrá verlo.
- Los archivos que deja compartir Telegram son de hasta 1,5 GB, muy por encima de lo que nos permite compartir en la actualidad la app propiedad de Facebook.
- Telegram tiene bots y esto ya es una ventaja. aunque parece que WhatsApp también se meterá en este tema, actualmente Telegram tiene un desarrollo tan importante en este ámbito que a WhatsApp le será complicada igualar a la app rusa en este sentido al menos a corto o medio plazo. Basta saber si todo el potencial de Facebook serviría para igualar fuerzas cuando la aplicación de mensajería
- El nivel de personalización que podemos conseguir en Telegram está bastante por encima de lo poco que nos deja modificar WhatsApp. En la aplicación rusa podremos modificar hasta la forma de los chats, el color, la estructura, aunque siempre dentro de lo que ellos marcan. En la app de Facebook ni eso, el fondo y poco más.
Y no solo Telegram, también Signal es de las más seguras, ya que por ejemplo almacena las claves de cifrado en los dispositivos de los usuarios, y nunca en los servidores. Además, si la clave cambia de un contacto, el usuario es notificado de ello. WhatsApp introdujo esta opción también en la app, pero no está activada por defecto, donde la amplia mayoría de usuarios seguro que no se ha molestado en activarla. Para activarla hay que ir a Ajustes – Cuenta – Seguridad, y no la activan por defecto precisamente porque no tienen interés en que los usuarios conozcan esto.