Estas vibraciones en tu coche te están indicando que algo no va bien

Notar unas sacudidas en el coche cuando está parado o en otra circunstancia puede ser un shock. Por ejemplo, si te percatas de vibraciones en el coche cuando está parado o al acelerar. Es normal temer la posibilidad de que haya que hacer frente a una avería grave. Pero, no te anticipes todavía porque las razones pueden ser muchas: cables sueltos, componentes desgastados…
Un coche que vibra puede ser bastante peligroso
Los desajustes, averías o desgastes provocan vibraciones en el coche. Algunas de estas vibraciones provienen del mismo motor, pero también pueden hacerlo de otras partes del vehículo. Por lo que es importante conocer las causas más habituales para darle solución y así evitar una avería aún mayor.
Y es que conducir un coche es un placer sobre todo cuando se hace con el máximo confort. Un suave deslizamiento a cualquier velocidad en carretera y sin ruidos hace que el vehículo propio sea realmente divertido. Pero cuando se sacude y vibra, la conducción agradable se convierte rápidamente en un verdadero estrés.
Además, un vehículo que vibra también puede producir rápidamente daños como consecuencia y entrar en situaciones de conducción peligrosas. Por eso, siempre hay que hacer un seguimiento a la mínima vibración del coche. La mayoría de las veces, la situación empeora de manera gradual.
A qué se debe
La respuesta no es genérica: puede tener que ver con multitud de variables que provoquen vibraciones del vehículo a altas velocidades, y detectarlas a tiempo es un recurso muy importante si queremos evitar posibles averías mayores en el futuro.
Por ejemplo, si el coche vibra a partir de 100km/h (aunque, en ocasiones, esta velocidad puede ser menor a la hora de comenzar a aparecer), puede deberse a factores relacionados con los neumáticos, el motor o la suspensión del vehículo. Los vemos en estas líneas.
Neumáticos desgastados o en mal estado
Un vehículo está formado por multitud de elementos que funcionan entre sí para que el movimiento y la circulación sean efectivos y seguros. Si uno de estos elementos se descompensa o falla, pueden aparecer efectos como las vibraciones al circular en movimiento, aunque también podemos sufrirlas en parado.
Esto se puede deber a los neumáticos. Porque lo más habitual cuando una dirección tiembla es que se hayan desequilibrado los neumáticos. Sabremos que esta es la causa cuando la vibración no sea continua, sino que aparece en unas condiciones determinadas.
Por lo general se manifiesta a velocidades comprendidas entre los 100 y los 120 km/h, siendo inapreciables por debajo y por arriba de esta franja. Si estos se han desgastado de manera irregular o se han deformado a consecuencia de un bordillazo o un golpe, es posible que se formen bultos y protuberancias que también afecten al rodar del mismo.
Frenos doblados o ‘cristalizados’
Otra de las causas más frecuentes son los frenos, ya que se trata de elementos que sufren de un gran estrés. De esta manera, es posible que los discos se doblen o que las pastillas se cristalicen, provocando vibraciones que son claramente detectables al frenar.
Si sólo detectas vibraciones al pisar el pedal del freno, es muy probable que tengas que sustituir los discos y pastillas de freno de tu coche. Conviene ser precavidos/as y revisar su estado periódicamente.
Motor deficiente
Si elementos como los neumáticos, la dirección o los frenos han sido descartados, llega el momento de profundizar en el análisis y buscar las respuestas en el interior del capó del vehículo.
Si el problema de vibraciones está ocasionado por bujías o un funcionamiento deficiente del motor, dichas vibraciones aparecerán ya desde parado. En este caso, son muchos los motivos que pueden provocarlas: bujías en mal estado, cilindros desconectados o que no reciben combustible o chispa por una bobina de encendido defectuosa… en su caso, si después de cambiar las bujías se sigue presentando la falla, puede ser que sus cables no estén bien conectados o tengan algún defecto, por lo que deben ser reemplazados.
Ahora bien; no debemos confundir un problema del motor con las típicas vibraciones al arrancar; es normal al iniciarlo, este vibre un poco más hasta que alcanza una temperatura de servicio que haga que la propia centralita rebaje el ralentí del motor.
Con el coche parado
Asimismo, y si las vibraciones del coche suceden cuando está parado o cuando viaja a velocidades muy bajas, la razón se debe a que los tubos de escape están desgastados o dañados.
La vibración también puede deberse a un problema del motor, una bujía desgastada o un inyector obstruido, como hemos visto en los casos anteriores.