Son muchas las formas que nos vamos encontrando en lo que tiene que ver con la movilidad electrificada. El ejemplo más claro, además de los propios coches, motos, bicis, patinetes… son los que tienen que ver con los barcos eléctricos solares, una nueva opción para el agua de la que ya están contando con varios proyectos muy interesantes, tanto para el presente como para el futuro que se viene. Pero, ¿de qué tratan y cómo son?
Considerada como clave para lograr una movilidad sostenible, obteniendo cada vez más apoyo a nivel mundial a través de políticas públicas como la electrificación del transporte público urbano, los cambios en las políticas impositivas, la generación de marcos normativos que la regulan e incluso su integración en las proyecciones a futuro de infraestructuras urbanas, la movilidad electrificada se puede dar en multitud de formas y formatos.
Los barcos eléctricos solares toman forma
Porque, en conjunto con los vehículos urbanos de a pie, como puede ser el coche eléctrico, los patinetes, las bicis, las motos, camiones… en el amplio campo de este motivo se hallan opciones tan significativas como los que pueden ser los barcos eléctricos solares. Esta es una modalidad que, aunque no está totalmente expandida, sí que está tomando forma.
Y una muy buena, además. Lo vemos a través de un tipo de un tipo de navío de la que también se busca desprender de los que pueden ser sus motores más contaminantes. De hecho, si lo vemos en comparativa con los vehículos de calle, tanto los barcos comunes como los aviones se presentan en la actualidad como los que más impacto contaminante generan.
De ahí que se busque movilizar a todos los medios de transporte porque se vean como ayuda al medioambiente y a la sostenibilidad. Por el momento es algo que se está consiguiendo con los vehículos de dos y cuatro ruedas, donde ya se tiene el objetivo de prohibir los coches que emitan dióxido de carbono partir de 2035. Esto incluye vehículos de gasolina, gasoil e híbridos. Y la intención con los barcos eléctricos solares es sumarse a ello como fin constructivo. Incluso, con la evolución de las baterías se están preparando leyes que imponen el motor eléctrico en navío, para evitar la contaminación y el ruido. Es el caso de los canales en Holanda y Venecia.
Fundamentos básicos
Como decimos, esa transición no se da exclusivamente hacia el coche eléctrico por baterías, que puede ser hoy la más popular, sino que también está teniendo protagonismo en otros sectores que, aunque de manera más paulatina, se están dejando invadir.
Es el caso de la navegación y los barcos eléctricos, un sector que cuenta cada vez con más apuestas, algunos siendo proyectos que se hacen muy cercanos para ser la mejor alternativa posible a los motores diésel marinos, los mismos que se busca la manera de apartar.
Con este segmento, todo se dirige hacia la que es la navegación de recreo, la cual está en plena mutación, y por la que los astilleros y fabricantes de equipamiento y motores están realizando enormes esfuerzos en la búsqueda de alternativas a los combustibles fósiles.
Algunas de las innovaciones tecnológicas e iniciativas que se desarrollan en torno a la energía eléctrica a bordo están ya con nosotros, si bien hasta hace unos años se hacía como algo más utópico que otra cosa. Así, y con el concepto de navegación eco-responsable como primer fundamento básico, este ha calado profundamente tanto en la industria náutica como entre los propios navegantes y aficionados a los deportes náuticos.
Tanto es así que, si bien todavía estamos lejos de poder prescindir totalmente del motor térmico o del generador a bordo como fuentes principales de energía eléctrica, estamos ante una muerte anunciada, prácticamente programada. Y ahí es donde aparecen los que son este tipo de barcos eléctricos solares.
Cómo son y qué ventajas tienen
Para lo que tiene que ver con las aguas marinas, en motor térmico es ruidoso, poluciona, llena el fondo del mar de sonidos que invaden el necesario silencio de las profundidades que la vida marina necesita. Sin embargo, todavía los necesitamos aun sabiendo que las fuentes de energías fósiles se están agotando y que se acercan al final.
Pero ¿cómo son las alternativas que tenemos para mover nuestro barco a motor sin carburante fósil? Solo hay una respuesta: la electricidad, directa o a través de la acumulación en baterías, y con la energía solar de acompañante.
Los prototipos de los primeros motores eléctricos que funcionaban con placas solares fueron catamaranes, por su ligereza y gran superficie para poner placas solares, eran ideales para probar los primeros motores con este sistema solar. En la actualidad, estos se dirigen hacia mecánicas donde se utiliza la corriente continua a bajo voltaje: 12 voltios, con baterías de acumuladores como fuente de alimentación que se cargan mediante un alternador arrastrado por el motor principal. O bien, una vez amarrados, mediante una toma de tierra y un cargador de baterías.
Este es el que transforma la corriente alterna en corriente continua de 12 voltios, y en los casos más modernos, mediante un generador con placas solares para alimentar el alumbrado, motor de arranque, molinete, el sistema de encendido… entre sus ventajas encontramos las siguientes:
- Más sostenibles. Los motores de los barcos eléctricos utilizan energía eléctrica para moverse, algo excelente porque es una energía ecológica, limpia y amigable con el medio ambiente. Por lo tanto, no dejan residuos en el mar ni emiten gases nocivos. En otras palabras, se trata de una navegación libre de emisiones.
- Más económicos. Con ellos tenemos un importante ahorro de costes si en vez de combustible necesitamos energía para hacer funcionar el motor de nuestro barco. Este ahorro se notará considerablemente, sobre todo a largo plazo. Además, la eficiencia es muy alta
- Más silenciosos. Lo silenciosos que pueden llegar a ser este tipo de barcos es sorprendente y se debe a que no tienen ningún motor de combustión. Por este motivo, no emiten grandes ruidos ni humos. Es más, tampoco emiten vibraciones, olores ni gases.
- Con un menor mantenimiento. Tiene un mecanismo tan simple y fiable que puede ser que, en la vida media de un barco, nunca necesite mantenimiento ninguno
Qué proyectos existen
A diferencia de los convencionales, en los barcos eléctricos que incorporan también paneles solares el peso de las baterías es menos crítico que en los vehículos rodados y el espacio no es un problema a partir de cierta eslora, pues el volumen de las sentinas es muy importante. Todo, a su vez, contando con que la química de las baterías no deja de mejorar y de aumentar la densidad energética.
Con todo, ya existen varios modelos comerciales que tienen mucho sentido para navegar a pequeña velocidad y con poca ola, cuando el rozamiento del agua es mínimo, lo cual no impide la existencia de algunos modelos de competición capaces de alcanzar en propulsión eléctrica más de 80 millas por hora. También hay otros proyectos un poco más grandes, como el de Aquanima, que tiene una importancia clave por su cantidad de sistemas.
Silent 80
Uno de las embarcaciones solares electrificadas más conocidas es el Silent 80, un modelo de Cata orientado al crucero y con unas prestaciones y calidades sorprendentes. De origen austriaco, es muy eficiente en todas sus facetas, logrando un diseño muy atractivo y por el que integra tres zonas de paneles con 56 placas solares.
Estas, en su lugar, pasan prácticamente desapercibidos entre el hardtop de la bañera y el hard top del extenso flybridge, logrando una gran superficie de captación solar capaz de impulsar el Silent 80 en modo puro eléctrico y sin limitación de autonomía a unos 6 nudos, aunque el astillero también propone una versión diesel y otra híbrida.
Utiliza una propulsión eléctrica silenciosa para una autonomía ilimitada (siempre que las baterías se alimenten de energía solar), sin ruido, emisiones ni vibraciones. Hay varios motores eléctricos disponibles: dos motores de 80 kW en una versión estándar y hasta dos de 250 kW en la versión más avanzada.
Vector V-20 E
Desarrollado conjuntamente por Jaguar-Racing, y Williams Advanced Engeneering, este es, con seguridad, el proyecto de barco moderno más avanzado del momento, el cual permite contar con las últimas innovaciones tecnológicas disponibles. Además, gracias a la combinación de sus baterías y a los planes solares, es todavía más eficiente.
Se trata del Vector V20 E, el cual se hizo popular por utilizar la propulsión eléctrica probada en los coches de carreras de la Fórmula E. Se trata de un puro barco de carreras con casco de catamarán y de construcción extremadamente ligera. Bajo el carenado del fueraborda eléctrico encontramos la misma planta motriz de 250 kW, utilizado en los coches carreras.
Además, y como no podría ser de otra forma, logra prestaciones de infarto sin consumir ni media gota de gasolina. Puro eléctrico capaz de hacerte volar a casi 90 millas terrestres por hora. Con tal potencia su autonomía no es demasiado larga, eso sí, a pesar de llevar un parque de 54 kw idéntico también al utilizado en los coches de Fórmula E. Registra una velocidad de 140 km/h.
X Shore
Este es otro modelo de embarcación que utiliza sistemas electrificados y paneles solares, aunque es verdad que tras ver el anterior Vector V-20 E, todo se hace un poco más pequeño. Hablamos así del X Shore, la cual está basada en algunos principios en los que se basó Tesla, con el objetivo de conseguir una embarcación eléctrica mejor que las convencionales.
El resultado es el de contar con un interior modular y un casco optimizado para un paso eficiente por el agua. Lo hace, por su parte, equipando un paquete de baterías de 120 kWh y una caja de cambios magnética que garantizan el silencio y la nula fricción con el aire, con un motor de 225 kW (300 CV) y velocidad máxima de 64 km/h.
Aquanima 40
Aquanima 40 es puede resultar como otro muy atractivo para viajes oceánicos. Es de la compañía Azura Marine, el cual es capaz de completar viajes sin parar e impulsados por electricidad y la energía del sol. Un pequeño yate con capacidad para hasta 8 pasajeros donde no faltan las comodidades de este tipo de embarcaciones, pero donde los motores de combustión han dejado su sitio a un sistema 100% eléctrico.
Y lo mejor de todo es que no hablamos de un render ni un proyecto de futuro, siendo un producto que ya está disponible para su compra y que incluso cuenta con sus primeros prototipos funcionando. El mismo un modelo de 13,2 metros de largo de eslora con espacio para 3 camarotes para los invitados y dos para la tripulación.
Está impulsado por dos motores de 10 kW cada uno. En total 20 kW (27,2 CV) que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 10 nudos (18,5 km/h). Unos motores libres de mantenimiento que desde la compañía indican tienen una vida útil estimada de unas 20.000 horas. Más de lo que suelen durar este tipo de embarcaciones.
Catamarán Turanor
El Turanor es conocido por ser el mayor barco de esta tecnología del mundo. El catamarán, cubierto de 516 m2 de paneles solares que alimentan y mueven todas las 90 toneladas que pesa el buque y lo llevan a una velocidad de crucero de cinco nudos.
También tiene una especie de alas que se extienden en la mar para maximizar su potencial de recolección de energía; y todo esto en movimiento a pesar de su enorme tamaño ¡teniendo solo cuatro tripulantes! La extensión de los paneles solares hace que el Turanor se parezca más a un avión que a un barco, donde las ‘alas’ se pueden direccionar, haciendo que los paneles puedan estar inclinados hacia el sol a todas horas del día.
Sus responsables pretenden demostrar que este sistema renovable es posible en alta mar y recordar las ventajas de esta energía limpia, e inagotable. Así lo han visto otros constructores de grandes buques transoceánicos o catamaranes turísticos de diversos tamaños, algunos de ellos fabricados en España, y con diseños llamativos, innovadores o caseros.