Si has notado alguna actividad extraña en tu cuenta de Gmail, es probable que te la hayan hackeado o robado y que alguien la esté usando en tu nombre, lo cual, puede ser un gran peligro para tu seguridad. Por suerte, Google dispone de ciertas medidas que nos pueden alertar de cualquier actividad sospechosa en nuestra cuenta para poder remedio lo antes posible, pero, aun así, vamos a mostrar cómo saber si me han robado la cuenta de Gmail y qué hacer en ese caso.
Te comentamos cuáles son las principales señales de alerta que te pueden avisar de que alguien te ha robado la cuenta o está intentando hacerlo, cómo recuperar esta si te la han robado y no sabes cómo volver a acceder a ella y qué debes hacer si efectivamente se han hecho con tu cuenta de Google.
Cómo saber si me han robado la cuenta de Gmail
Como acabamos de indicar, Google es el primero que nos puede alertar de cualquier intento de robo en nuestra cuenta de Gmail gracias al servicio de mensajes de correo que nos advierten de cualquier actividad inusual en ella. Y es que el gigante buscador nos envía un mensaje de correo electrónico cada vez que iniciamos sesión en nuestra cuenta desde un dispositivo o ubicación en el que no lo habíamos hecho hasta ahora. De esta manera, si alguien nos ha robado la cuenta e inicia sesión en ella en un dispositivo que no es nuestro o desde una ubicación diferente, Google nos alertará de ello para que pongamos solución lo antes posible. En ocasiones, hay que confirmar que se conecte un nuevo equipo por medio de un código, nos llegará un aviso a los teléfonos donde tengamos la cuenta Gmail.
Cierta actividad en nuestra bandeja de entrada y salida de correo también puede alertarnos de que alguien esté utilizando nuestra cuenta de Gmail. Uno de los usos más habituales de las cuentas robadas suele ser para usarlas como parte de una red de bots de correo no deseado, por lo tanto, si encontramos un montón de mensajes de correo no deseado en la carpeta de Enviados puede ser una señal de que nos han hackeado la cuenta. No obstante, algunos piratas pueden eliminar nuestra bandeja de mensajes enviados y que nos encontremos con que está vacía, por lo tanto, tendremos que estar al tanto de otros detalles que nos puedan confirmar que alguien está usando nuestra cuenta de Gmail.
Otra de esas señales es que algún familiar o amigo nos escriba para decirnos que está recibiendo correos no deseados desde nuestra dirección de correo, lo cual confirmaría lo que sospechábamos. Si es así, entonces debemos de intentar cambiar la contraseña de acceso a nuestra cuenta lo antes posible y comprobar si esa actividad cesa después de ello. También puede serlo que nuestra cuenta haya sido eliminada.
Cualquier detalle, desde actividad sospechosa en los productos de Google utilizados hasta actividad financiera no autorizada como compras en la tienda de aplicaciones o pagos con Google Pay, notificaciones de actividad que no reconoces o cambios desconocidos en la configuración de seguridad son una clara señal de alerta.
Si es alguien de nuestro entorno quien nos ha robado la cuenta, la cosa se puede complicar un poco, ya que, en ese caso, Google puede que no nos avise de ningún inicio de sesión extraño, ya que podrían usar incluso nuestro ordenador. En este caso, lo que podemos hacer para saber si alguien está usando nuestra cuenta sin permiso es comprobar el registro de actividad de la misma.
Para ello, iniciamos sesión en Gmail y nos desplazamos hasta abajo del todo para verificar cuándo fue la última vez que usamos nuestra cuenta, información que aparece en la parte inferior derecha. Ahí encontraremos también un enlace Detalles, que nos abrirá una ventana en la que se muestra la actividad reciente de nuestra. Ahí podremos ver el navegador utilizado, ip del dispositivo utilizado, así como la fecha y hora en la que se inició la sesión. Si encontramos actividad que no es nuestra, significa que tendremos que cambiar la contraseña lo antes posible si no queremos que sigan usando nuestra cuenta de Gmail. Desde ahí podemos ir a la revisión de seguridad, donde nos llevará a una nueva página en la que hay información sobre los dispositivos que se han conectado, con posibilidad de quitarlos y otros datos interesantes que pueden darnos una pista por si alguien ha iniciado sesión con nuestra cuenta sin permiso. También podemos acceder a este enlace para comprobar si hay actividad o búsquedas que no son nuestras.
Sin duda, intentar acceder a nuestra cuenta y comprobar que con nuestra contraseña no es posible, es otro síntoma claro de que alguien se ha apropiado de la cuenta. En este caso, lo que tenemos que hacer es intentar recuperar la cuenta, cambiar la contraseña por una nueva más segura y tomar las medidas de seguridad más oportunas.
Qué hacer si nos han robado la cuenta de Google
Como ya hemos indicado, lo primero que podemos hacer si detectamos que alguien está usando nuestra cuenta sin permiso es cambiar la contraseña de acceso a la misma, siempre recordando utilizar una contraseña lo más segura posible. Sin embargo, si el pirata ha cambiado nuestra contraseña y, por lo tanto, no podemos modificarla, entonces debemos ir directamente a la página de recuperación de la cuenta de Google desde el anterior enlace. Desde ahí, lo único que tendremos que hacer es seguir los pasos que nos pida el asistente.
Una vez recuperada, además de establecer una contraseña lo más segura posible, es recomendable también establecer otras medidas de seguridad, como es activar la autenticación de dos factores en Gmail. De esta manera, cada vez que intentemos acceder a cualquiera de los servicios de Google, recibiremos un mensaje de texto con un código o una llamada, aunque si lo preferimos también podemos usar Google Authenticator o Authy. En revisión de seguridad, a donde se llega desde aquí o como hemos dicho anteriormente, podemos quitar permiso a dispositivos que no sean nuestros, aplicaciones, comprobar las opciones de recuperación y tomar las medidas que sean necesarias.
También debemos cambiar las contraseñas de otros servicios, pasar el antivirus, ver si hay programas maliciosos en nuestro ordenador y tomar las medidas de seguridad que eviten que nos vuelva a pasar, al menos en la medida de lo posible. Podemos intentar averiguar cuándo ha sucedido para pensar por qué y así saber cómo protegernos más.