Descargar dos canciones supone una multa de 150 euros en Francia

Descargar dos canciones supone una multa de 150 euros en Francia

Javier Sanz

En Francia aprobaron ya algún tiempo la ley de protección contra las descargas, que se denominó Hadopi. Con ella pretendían parar las descargas P2P de los usuarios, por lo que se realiza un seguimiento de sus actividades (algo que costó mucho que se diera por bueno en el ámbito legal) y, de esta forma, se podría proceder a tomar las medidas oportunas: dos avisos en los que se indica al usuario que deje de realizar estas actividades y, si se procede a un tercero, este supone la “expulsión” del juego.

El caso es que, desde la entrada en vigor de la ley, se han producido varias cosas. La primera es que los usuarios migraron a MegaUpload y MegaVideo… pero por todos es conocido el golpe que el FBI asestó a la compañía liderada por Kim Dotcom. A partir de ese momento, más o menos octubre del 2011, se comenzó con un examen exhaustivo de las descargas y estos han sido los resultados obtenidos: 1,15 millones de usuarios fueron notificados en primera instancia. De todo ellos, a 102.854 se le mandó el segundo aviso y, finalmente, el tercer y fatídico golpe fue dado a 340 usuarios. Vamos, que tampoco son cifras como para asustarse…

Primera condena… que ronda la parodia

Pues bien, la ley Hadopi ya tiene su primer condenado y, la verdad, es que no ha podido ser más hilarante lo que ha ocurrido. Este usuario, después del segundo aviso, cometió el delito (nunca mejor dicho) de bajarse de la Red dos canciones de la cantante Rihanna. Por lo tanto, ¡culpable!

Pero en el juicio salieron a relucir detalles interesantes sobre este crimen: el acusado indicó que él no tenía nada que ver y que la culpable del “crimen” fue su esposa, a la que le gusta esta cantante, y que da la casualidad que están en un proceso de divorcio. El juez, suponemos, estaría alucinando.

Por suerte para el usuario, la esposa confesó que ella era la culpable, pero al estar la línea ADSL a nombre de su marido… nada se podía hacer y, por lo tanto, el juez condenó al usuario. Pero, debido a los condicionantes, indicó que el tema se solucionaba con 150 euros y, por lo tanto, no fue expulsado del mundo online. Es decir, que la ley no consiguió su objetivo finalmente. Pero el caso tiene “tela”.

Eso sí, lo que es muy poco ético es que el responsable de lo que ocurra con un línea ADSL en Francia es el dueño, y no la persona que la utiliza… al contrario que en EEUU, que entiende que el dueño de una conexión no es el vigilante de esta. Pero si algo queda claro es la casi inutilidad de las leyes contra las descargas de este tipo, ya que finalmente son simplemente fuegos de artificio.

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