Multan a una jubilada sin ordenador por descargar una película

Multan a una jubilada sin ordenador por descargar una película

Redacción

Nuevo ejemplo de la persecución indiscriminada que realiza la industria cultural y del entretenimiento. En este caso conocemos la situación de una mujer en Alemania a quien han multado con 650 euros por descargar una copia de una película. «Curiosa» acusación cuando menos, puesto que no posee ni router ni ordenador.

El portal Torrentfreak.com nos vuelve a dar nuevas muestras de denuncias y multas por descargar archivos desde las redes P2P. Si en agosto conocíamos la reclamación por parte de la industria pornográfica acusando a un invidente de descargar sus películas, en este caso estamos ante la paradójica situación de una mujer jubilada que no tiene ni router ni PC y que teóricamente ha violado la propiedad intelectual descargando una película.

Los titulares de los derechos de autor de la película «Deutsche Hooligan» acusan a una mujer de la descarga a través de la red P2P eDonkey de su film durante una mañana del mes de enero de 2010. Aunque la acusada asegura que se encontraba en la cama el día de este suceso, tendrá que pagar 650 euros para compensar a los autores de la obra.

Lo más flagrante del caso es que el Tribunal de Munich que la ha condenado a esta multa ha obviado que la acusada carece no sólo de un ordenador desde el que descargar la película, sino que carece de router WiFi. Durante los 2 años anteriores a la supuesta infracción, la mujer sí tenía conexión a Internet, pero consiguió probar que seis meses antes del suceso había vendido su ordenador e incluso había dejado de acceder a su correo electrónico. De poco ha servido al tribunal un argumento tan rotundo.

«Nuestro cliente ha demostrado sobradamente que ni ella ni nadie tuvo acceso a su cuenta de Internet para la infracción de derechos de autor», explicaba el abogado de la defensa, quien apuntaba a «un fallo en la detección de la dirección IP» por parte del operador que facilitó la IP.

Este caso pone en evidencia la situación que se vive en Alemania respecto a las descargas en Internet de material protegido con derechos de autor. La presunción de inocencia vuela por los aires, ya que los usuarios perseguidos por la industria tienen que demostrar que no son culpables si son acusados de infringir los derechos de autor, lo que deja en una situación de indefensión a miles de ciudadanos. Aun así parece que ni siquiera demostrando la inocencia consiguen librarse de estas elevadas multas.

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