El director de la Coalición de Creadores tilda de inquisidores a los contrarios a la Ley Sinde
Joan Navarro, director de Coalición de Creadores, uno de los principales lobby de la Industria de la Cultura y Entretenimiento que más ha presionado para la aprobación de la Ley Sinde, ha participado en un debate en torno al futuro de su ansiada ley, y ha acabado calificando a sus opositores como inquisidores.
“Por cierto, cuanto inquisidor hay en la red, no? «se ponen todos muy alterados cuando alguien no opina como ellos». Así ha concluido Joan Navarro, director de Coalición de Creadores, su intervención en el debate virtual organizado por El País en torno a la decisión del Ejecutivo saliente de no aprobar la reglamentación que desarrolle la famosa y controvertida Ley de Economía Sostenible, más conocida como Ley Sinde.
En dicho debate han participado, entre otros, el catedrático de Sociología de la UCM, Mariano Fernández Enguita, las escritoras Elvira Lindo y Esther Bendahan, la abogada Paloma Llaneza, así como el mentado Joan Navarro, quienes han dado sus diferentes puntos de vista sobre la ya dicha decisión de dejar, por así decirlo, «en el aire» la Ley Sinde, pendiente ya de su ejecución o no con el futuro gobierno del Partido Popular.
Cada uno de ellos ha expuesto su postura aludiendo las razones que les han llevado o llevan a apoyar o no la controvertida ley, pero Joan Navarro se ha desmarcado de un debate hasta entonces correcto con una descalificación algo desafortunada y sorprendente hacia quienes se han mostrado contrario a sus opiniones (se supone fuera del debate, dado el tono respetuoso con que han participado el resto de tertulianos).
Y es que, como hemos comentado, el director de CC les ha tildado de «inquisidores». Desafortunada porque, como acabamos de decir, el tono del debate era hasta entonces de lo más comedido; y sorprendente porque sale del teclado (suponemos que con problemas a la hora de poner tildes) del cabeza de uno de los lobby o grupos de influencia que más ha presionado para que el Gobierno, teórica expresión de la voluntad popular, apruebe una ley que no ha sido bien recibida por una amplia mayoría de internautas.
Sorprende, pues, que un miembro de un poderoso grupo dentro de la Industria de la Cultura y el Entretenimiento, cabeza visible de un sector de la misma que se ha dedicado a calificar, cuando menos, de ladrones y responsables de la crisis a los simples usuarios, utilice contra éstos el término inquisidor, que hace referencia a individuos que, en tiempos pasados, tenían el poder suficiente para condenar a personas tras cuestionables procesos judiciales.
Paradójicamente con esa afirmación, Joan Navarro entra una contradicción consigo mismo. La frase utilizada «cuanto inquisidor», expresa claramente una cantidad considerable de inquisidores u opositores a la Ley Sinde. Sin embargo cuatro horas antes había señalado que dichos opositores eran «cuatro twitteros que con el apoyo de unos pasmados medios de comunicación han supuesto la única oposición a esta medida».
Ésa es, precisamente, la idea con la que Navarro defiende la Ley Sinde: el apoyo multitudinario a las medidas incluidas en la mentada ley, “aprobada con un amplio nivel de consenso (PSOE, PP y CiU)” entrando así en esa peligrosa y nefasta idea de que lo que hacen los partidos políticos cuentan con la previa aprobación de la gente por el simple hecho de votarles cada cierto tiempo.